Un ejemplo de la estupidez humana

La estupidez humana tiene muchas formas de manifestarse. Un excelente ejemplo de ello es la moda del "planking" y los extremos a los que llegan algunos con tal de sobresalir en esa práctica. Para los que no saben lo que es planking, esto no es más que recostarse boca abajo, en posición recta, en los lugares más insólitos, para luego publicar una foto de la hazaña en Internet. Así, por ejemplo, se ha visto gente haciendo planking encima de letreros, en botes, aviones, escaleras, sobre la grama, así como en lugares públicos: las cataratas del Niágara, Taj Mahal, el Gran Cañón, las pirámides de Egipto, Machu Picchu y dentro del Museo del Louvre.

Sí, esto del planking se ha extendido a todas partes del mundo, y la locura es tal que hasta las celebridades se han metido en esa onda. Hace unas semanas se pensó que el planking iba a pasar de moda luego de que el reconocido chef británico Gordon Ramsay se pusiera en eso, pero que va, no hubo tal suerte.

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Si bien es cierto que acostarse encima de cajas de cerveza, en un parque o en la playa aparentemente conlleva un riesgo mínimo, hay gente que con tal de sobresalir toma medidas extremas, a veces con resultados extremos. Por ejemplo, en mayo pasado un australiano murió tras haber intentado hacer planking a la orilla de su balcón en un edificio de apartamentos. Igualmente en Australia, un joven se metió en problemas luego de haber hecho planking encima de un carro de la Policía. Y así, revisando el historial del planking, nos encontramos con gente que lo ha hecho encima de camellos, en arrecifes, botes de basura y hasta en aros de basket. ¿Y para qué? ¿Para ganarse un sitial en páginas dedicadas al tema? Así parece.

El deseo de sobresalir, unido a la estupidez evidente, es lo que hace que un joven de 14 años haga planking en las vías de un tren, como sucedió en Gran Bretaña (foto superior de este artículo). El joven, que no ha sido nombrado por razones legales, tuvo que comparecer ante magistrados debido a su falta de tacto y sentido común. Al finalizar su comparecencia admitió que ciertamente fue una estupidez haber puesto su vida en peligro en nombre del planking, eso sin contar el dolor y los problemas que hubiese causado a un sinnúmero de personas un eventual accidente por estar haciendo planking en esas condiciones.
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Hacer planking ni es especial ni es divertido, y este es el tipo de cosas que demuestra que la gente se embulla con cualquier cosa. Lo peor del caso es que esta no es una moda tan reciente como cree la mayoría: desde el año 2000 el planking está haciendo de las suyas, solo que ahora la locura como quien dice explotó, adquiriendo ribetes de obsesión. Algunos ejemplos de planking extremo (y sobre todo estúpido) los pueden encontrar en http://bestplanking.com.