Imagen: iconicpubs.com
Lo "políticamente correcto" aún no tiene mucho arraigo en este país, pero fuera de aquí, especialmente en Estados Unidos y Europa, este es un asunto que se toma muy en serio. Bajo el concepto de lo políticamente correcto hay palabras, temas, gestos y acciones que simplemente quedan fuera de la cotidianidad porque se consideran ofensivas.
Asi, por ejemplo, llamar "negro" a alguien se considera un insulto de los peores en Estados Unidos, donde lo políticamente correcto es decir "afroamericano" o "persona de color". Igualmente pasa con la palabra "gordo" (fat), que se sustituye por varios eufemismos: "grande" (big), "en sobrepeso" (overweight) o "grueso".
Por causa de lo políticamente correcto hay oficinas y escuelas en Estados Unidos e Inglaterra que no celebran la navidad con ornamentos tradicionales para así evitar ofender a los miembros de religiones minoritarias. También en esos países la gente se ha metido en problemas por disfrazarse a la usanza de otras culturas (por pura diversión) o por comer ciertas comidas en la presencia de grupos étnicos que no las toleran por un asunto de cultura, como es el caso de la carne de res y los hindúes.
Un buen indicio de que lo políticamente correcto se está saliendo de las manos es lo que ocurrió en la isla de Wight, Reino Unido, donde un cantante de pub fue arrestado bajo sospecha de "hostigamiento agravado por racismo" por interpretar la popular canción disco "Kung Fu Fighting" ante la multitud congregada allí al mismo tiempo que caminaba por la acera del negocio un ciudadano de origen chino que iba acompañado de su madre.
Tan absurdo es este incidente que al principio el cantante pensó que se trataba de una broma de la policía local, pero, para su horror, la denuncia y el arresto eran bastante reales. Actualmente en libertad bajo fianza, el cantante no sale de su asombro, y, francamente, no lo culpo. Y así ha pasado con gente que sin malas intenciones y a veces sin darse cuenta imita los gestos de otras culturas o hace referencias que en algunos pueden caer mal por un asunto de orgullo y automarginación.
Si se analiza bien, esto de ser "políticamente correcto" es hasta cierto punto una negación de la mal llamada libertad de expresión, y tan solo queda preguntarse quien fue el genio que se inventó eso. Como suele suceder, la intención del concepto era buena en un principio, pero desde hace años se está saliendo de las manos.
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