¿Estamos solos en el universo o conviven otras formas de vida en los confines del espacio? La pregunta es vieja y cada cierto tiempo se reaviva el debate acerca de formas de vida extraterrestres que pudieran incluso estar de incógnito sobre la tierra, estudiando el comportamiento y las costumbres de los terrícolas, no se sabe con qué fines.
Entre reportes conflictivos de avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis) e historias personales de supuestos raptos a manos de alienígenas, la humanidad no logra ponerse de acuerdo sobre esta posibilidad. Por un lado, la existencia de vestigios de civilizaciones aparentemente más avanzadas que la actual constituye un misterio aún no resuelto y abierto a toda clase de conjeturas. Por el otro, hay evidencia de que en otros planetas no hay condiciones para la vida tal como la conocemos.
Siendo el caso que la propia existencia de vida en el planeta Tierra sigue siendo un misterio, con teorías que van desde un "Big Bang" en el universo hasta la creación por obra y gracia de Dios, este debate parece inútil. Pero lejos de perder vigencia, la cosa se complica con otras variables que entran en juego. Ahora mismo, por ejemplo, está de moda el tema marciano, y con ello ha surgido una teoría muy interesante: que los terrícolas descendemos de Marte por efecto de organismos que llegaron hasta el planeta Tierra a bordo de meteoritos.
Hay evidencia que apunta a que en algún momento el clima en Marte fue bastante similar al de la Tierra, por tanto efectivamente fue receptor de vida. Pero más que eso, se estima que han llegado a Tierra alrededor de mil millones de toneladas de rocas provenientes de ese planeta, cargadas de microbios que presumiblemente sobrevivieron el viaje intergaláctico y al impacto.
La fascinación con Marte data del siglo 19, y el hecho de que vehículos exploradores de la NASA han captado fotos de paisajes con lo que parecen ser remanentes de figuras humanas tan solo ha aumentado la curiosidad. A pesar de ser una posibilidad aún distante, hay gente que está dispuesta a viajar a Marte para así satisfacer su curiosidad, con todo y que hubo intentos fallidos en los 70s por parte de los rusos.
¿Cómo saber si realmente descendemos de los marcianos? Un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la universidad de Harvard trabaja en el desarrollo de un dispositivo que permitirá comparar la composición genética de microbios marcianos con aquella que prevalece en la vida sobre la Tierra.
Dicho dispositivo, denominado "Buscador de Genomas Extraterrestres" (SETG por sus sigas en iglés), tomará muestras de tierra marciana con la intención de aislar microbios vivos o remanentes microbianos que aún contengan ADN. A través de mecanismos de pruebas forenses de ADN, el próximo paso sería identificar secuencias o trazas que estén presentes en la vida terrestre para hacer la correlación correspondiente.
Los resultados de estas pruebas estarían disponibles dentro de dos años aproximadamente, pues hay que completar el diseño y hacer las pruebas de lugar. Mientras tanto, persistirá la fascinación con Marte.
Los resultados de estas pruebas estarían disponibles dentro de dos años aproximadamente, pues hay que completar el diseño y hacer las pruebas de lugar. Mientras tanto, persistirá la fascinación con Marte.
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