Imagen: Our Better Nature
Para la generalidad de la gente hoy se celebra el Viernes Santo, día de especial significado para los creyentes en Jesucristo, pues, según la tradición, es el día que conmemora la muerte de Jesús de Nazaret. Sin embargo, este viernes tiene una doble importancia por coincidir con la celebración mundial del Día de la Tierra.
Hoy, cuando cientos de personas de desplazan a playas, ríos y balnearios con motivo del asueto de Semana Santa, es un buen día para reflexionar acerca de las riquezas que nos ofrece la naturaleza día tras día y de cómo por ignorancia y avaricia poco a poco se está acabando con todo.
Por décadas se viene hablando de capa de ozono, efecto invernadero, extinción de animales, depredación, erosión, desertificación, reciclaje, basura, reforestación y cambio climático. Aún cuando nadie se pone de acuerdo con respecto a la veracidad del cambio climático y el consecuente calentamiento global, no es cuento que los fenómenos naturales -léase, terremotos, tsunamis y huracanes- son cada vez más devastadores.
Es cierto que es estos tiempos modernos hay más gente viviendo en zonas vulnerables y se tiene acceso más rápido a informaciones gráficas y de texto sobre esos fenómenos, pero no deja de ser una realidad que la actividad humana está arruinando de manera paulatina los recursos naturales. Cada vez que hay un derrame de petróleo queda en evidencia qué tan dañinos podemos ser, y lo mismo sucede con gente que va a la playa y la trata como si fuera un basurero.
Educación sobre este tema hace falta de manera urgente, pero no solo en República Dominicana, sino en el mundo entero.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.