Foto: blog "dibujo luego existo"
A veces en los trabajos hay que lidiar con gente que es excesivamente necia, y eso en sí es un problema. Hay gente que al sentirse apoyada por algún superior se convierte en lacayo y se cree con derecho a exigir donde no tiene que hacerlo, a hacer daño con comentarios fuera de lugar y en ocasiones hasta amenazan.
Ahora bien, ¿qué es un lacayo? En el ámbito laboral es ese empleado lisonjero que vive deshaciéndose en elogios hacia su superior inmediato, sin importar lo incompetente/desconsiderado/feo/bruto que pueda ser. Si este superior inmediato es del tipo de gente vanidosa que adora que le halaguen a más no poder, entonces el lacayo se ha asegurado un puesto en la empresa prácticamente de por vida (o hasta que saquen a su superior).
La especie abunda en todas partes, incluso fuera del ámbito laboral, porque cosas como esas se han documentado hasta en los salones de clases. La mejor arma de defensa contra estos lacayos que cogen poder es simplemente ignorarlos. Si la cosa se pone difícil, entonces hablarles con firmeza acerca de su rol dentro de la organización y de paso reportarlo al departamento de Recursos Humanos para que se tomen las medidas de lugar. Si el lacayo goza de un poder casi ilimitado, entonces este último paso quizás no sea lo más aconsejable. En vez de eso, lo mejor es anotarlo todo en un diario y guardarlo para cuando sea útil, porque algún día los lacayos también sufrirán por sus acciones.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.