El 12 de julio de 1924, hace ya 84 años, empezó la retirada de las tropas estadounidenses que por 8 años ocuparon el territorio nacional. También la fecha conmemora el ascenso al poder de Horacio Vásquez, quien había resultado ganador en las elecciones presidenciales del 15 de marzo de ese año, las cuales fueron celebradas por el presidente provisional Juan Bautista Vicini Burgos en atención a lo estipulado en el Plan Hughes-Peynado de 1922.
En los últimos días se ha hecho énfasis en que esta es una fecha que jamás debe pasar desapercibida, pues es donde comienza la llamada Tercera República, nombre que hace alusión a un tercer período de independencia. La Segunda República inició en 1865 con La Restauración y terminó en 1916 con la intervención militar norteamericana.
Nos parece muy válido el proyecto de ley presentado por los diputados Pelegrín Castillo y José Ricardo Taveras, el cual pretende proclamar al 12 de julio como "Día de Fiesta Nacional", pero con carácter laboral. Siendo el caso que aquí apenas se conmemoran las fechas "grandes", esas que no pueden pasar desapercibidas, como son la Independencia Nacional y La Restauración, la iniciativa es bastante acertada.
Conocer la historia del país es fundamental para evitar cometer los mismos errores del pasado. La ocupación estadounidense de 1916-1924 fue un acto de injerencia fundamentado en la enorme deuda externa que había heredado el país tras la presidencia de Lilís, asesinado en Moca en 1899 a manos de un grupo de jóvenes entre los que se encontraban Horacio Vásquez y Ramón Cáceres.
Lo que siguió fue un puro caos de inestabilidad política, una sucesión de gobiernos de poca duración e insistentes reclamos de pago por parte de tenedores europeos de bonos de deuda dominicanos. Invocando la Doctrina Monroe, que básicamente buscaba impedir que Europa volviera a ocupar territorios en América, Estados Unidos decidió que había llegado la hora de resolver la cuestión de la deuda externa dominicana. Así se llegó a un acuerdo con la San Domingo Improvement, el principal acreedor, y Ramón Cáceres ocupó la presidencia en 1905, al mismo tiempo que el control de las aduanas dominicanas pasaba a manos de Estados Unidos.
Fue el asesinato de Cáceres en noviembre de 1911 lo que determinó en gran parte la intervención militar de 1916. A raíz del caos político originado tras este suceso, Estados Unidos reaccionó con el Plan Wilson en 1914, que, entre otras cosas, imponía a un experto financiero. El gobierno de turno, electo con el apoyo de ellos, se negó a reconocer esta y otras imposiciones, y el resto es historia. Los estadounidenses nos ocuparon por 8 años. Pura injerencia.
Fotos: mephis1916.blogspot.com
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