Foto: Fedoclubes
Las crisis económicas no producen crisis de pensamiento en ninguna sociedad del mundo.
Más allá de la crisis petrolera que a nivel mundial estamos viviendo, los países del tercer mundo o en vías de desarrollo nos urge plantear soluciones que generen poco a poco un cambio de pensamiento, enseñando nuestros hijos a cuidar la naturaleza y su entorno, ser parte de la colectividad para que transmitan el sentido de la solidaridad entre su compañeros de estudios o trabajo y entre todos, gobernantes y gobernados, redefinir hacia donde queremos ir como nación.
Todo lo que hacemos por nuestro hijos lo hacemos por la patria. Incentivarlos al sentido del ahorro es educarlos, lo mismo que sentarlos y explicarles el porqué de las cosas, como por ejemplo, la importancia de apagar un bombillo e invitar a otros a apagar los suyos. O por qué hacer uso estricto del agua y conocer todo lo concerniente al calentamiento global, el efecto invernadero, la capa de ozono, la biodiversidad, la erosión del suelo, etcétera.
Hagamos de ellos nuestros propios alumnos y desde hoy tomemos conciencia que la educación mas importante nace en el hogar. El gran reto de los educadores y formadores de nuevos paradigmas en la escolaridad nos promete reducir desigualdades sociales existentes desde antes del descubrimiento de América.
Las crisis económicas no producen crisis de pensamiento en ninguna sociedad del mundo.Más allá de la crisis petrolera que a nivel mundial estamos viviendo, los países del tercer mundo o en vías de desarrollo nos urge plantear soluciones que generen poco a poco un cambio de pensamiento, enseñando nuestros hijos a cuidar la naturaleza y su entorno, ser parte de la colectividad para que transmitan el sentido de la solidaridad entre su compañeros de estudios o trabajo y entre todos, gobernantes y gobernados, redefinir hacia donde queremos ir como nación.
Todo lo que hacemos por nuestro hijos lo hacemos por la patria. Incentivarlos al sentido del ahorro es educarlos, lo mismo que sentarlos y explicarles el porqué de las cosas, como por ejemplo, la importancia de apagar un bombillo e invitar a otros a apagar los suyos. O por qué hacer uso estricto del agua y conocer todo lo concerniente al calentamiento global, el efecto invernadero, la capa de ozono, la biodiversidad, la erosión del suelo, etcétera.
Hagamos de ellos nuestros propios alumnos y desde hoy tomemos conciencia que la educación mas importante nace en el hogar. El gran reto de los educadores y formadores de nuevos paradigmas en la escolaridad nos promete reducir desigualdades sociales existentes desde antes del descubrimiento de América.
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