Justo lo que había expuesto en la entrada anterior acerca de la falta de parqueos y el ofrecimiento de servicios de valet parking: el sábado en la noche fui a un establecimiento nuevo, Sandakan, ubicado en la Gustavo Mejía Ricart, llegando a la Tiradentes. El sitio es uno más de los que se hacen llamar "trendy", y bajo este concepto, tienen pésimas atenciones desde que usted llega.
El primer incidente fue con el servicio de valet parking, pues siguiendo la moda de los restaurantes/bares/cafés/lounges carentes de parqueo, Sandakan no es la excepción. Un joven poco diligente tomó las llaves del vehículo, y acto seguido entré al lugar. Sea porque hubiera una actividad privada o porque es política del lugar, me informaron que no había mesas disponibles y que me recomendaban reservar antes de ir.
Con esta información, me fui. Entregué el ticket de valet parking al personal asignado para esas tareas, y adivinen qué: el carro me lo parquearon en la acera del frente, justo donde hay una enorme construcción en proceso. Por desgracia, la calle estaba tan oscura y con tanto movimiento que no puede revisarlo.
Pues bien, hoy me llevé la desagradable sorpresa de que uno de los aros, justamente el que está del lado del conductor, está abollado, mientras que la goma presentaba rastros de materiales de construcción. Estuve tratando de localizar el número de Sandakan, pero no aparece. Aún si apareciera, de nada servirá quejarme, pues de seguro alegarán que no son responsables por daños.
¿Cuáles peligros conlleva usar servicios de valet parking? Muchos, en realidad. Hay el riesgo de que le dupliquen la llave, que le choquen el vehículo, y hasta que le sustraigan documentos y objetos. ¿Quién vela por el bienestar del cliente?
Te entiendo perfectamente bien. Estuve una vez en un bar que estaba ubicado en la Churchill, y le di mi llave al valet. Cuando salí estaba parqueado del otro lado de la avenida y me habian robado todos los aros del carro!
ResponderEliminarTristemente de nada sirve quejarse.