En materia de servicios, el cliente lleva TODAS las de perder. Por un lado, se ve obligado a lidiar con un personal de servicio incompetente e irresponsable cuya función parece ser repetir las mentiras que le ha enseñado la alta gerencia del lugar. Por el otro, si tiene real interés de obtener el servicio, tiene que someterse a la firma de un contrato que en nada le favorece, sin derecho a mucho reclamo.
Tomemos el ejemplo de las telefónicas y la absurda manera de hacer negocios. Para cualquier servicio, llámese telefonía móvil, línea fija o Internet, hay que firmar un contrato que resulta casi imposible de leer por la abundancia de palabras, que para colmo están escritas en letras diminutas. Después de una larga fila de espera y 30 minutos de cháchara con el representante de servicio, nadie está de ánimo para leer semejante documento.
Lo que más irrita sobre estos famosos contratos es su duración, ya que en la mayoría de los casos pretenden amarrar al cliente por 18 meses, so pena de pagar una penalidad (bastante cara, por cierto) si decide cancelar antes de tiempo.
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Lo que más irrita sobre estos famosos contratos es su duración, ya que en la mayoría de los casos pretenden amarrar al cliente por 18 meses, so pena de pagar una penalidad (bastante cara, por cierto) si decide cancelar antes de tiempo.
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Se trata esta de una estrategia para retener a los clientes, quienes en consecuencia pierden su libertad de probar otros servicios. En vez de tratar a los clientes como reos, estas compañías deberían enfocarse en lograr la satisfacción de los mismos. Solo así se crea una base de clientes fieles, no a base de represión y amenazas.
Ahora bien, ¿por qué 18 meses? ¿Por qué no pueden ser de menor duración estos contratos? ¿Y qué hay de la penalidad? ¿Quién me paga por los malos ratos y el tiempo perdido a manos de una de estas compañías? Por más quejas que uno tenga, generalmente termina pagando una fuerte suma, pues la angustia a veces es mayor que el costo monetario.
Otra mala práctica de las empresas es el afán de cobrar sus servicios por adelantado. Quisiera que alguien me explicara esta forma de hacer negocios, porque no le veo el sentido, más que salir ganando en todos los aspectos.
¿Qué tan irritante es esto? Chequeen el siguiente ejemplo: por el famoso servicio de Internet de Codetel que solicité el 14 de marzo, y que aún no he podido usar por razones que he expuesto en este blog, tuve que pagar 3,315 pesos. He aquí la explicación:
Abril 2008 ---------------------------------------------------- 1,595.00
19 días de marzo (a 1,595 por mes)--------------------------995.00
28% de impuestos --------------------------------------------- 725.20
TOTAL ------------------------------------------------------ 3,315.20
A todo esto, no he usado el servicio ni por un segundo, ni me han resuelto el problema. Ellos recibieron su pago gustosamente, pero de seguro que si cancelo todo mañana me dará trabajo que me devuelvan mi dinero. Y lo más seguro es que tenga que pagar penalidad por cancelar antes de los 18 meses. ¿Es justo esto?
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