En un país como este donde la ley existe pero no se aplica no es sorprendente que se tomen calles en vía contraria y se hagan mil fechorías más en franca violación a la ley de tránsito vehicular. Sin embargo, lo que sucede a diario en la calle Manuel Rodríguez Objío del sector de Gazcue, a escasos metros de la Embajada de Italia y el Palacio Nacional, no tiene ejemplo.
Con la cantidad de construcciones que se hacen en esta calle, más los carros parqueados a ambos lados, el espacio para transitar es casi nulo. A esto añada el hecho de que la calle, al menos entre Pedro Lluberes y Galván, es de una sola vía en dirección oeste-este. Todos los días varios conductores toman esa calle en vía contraria desde la Galván, poniendo en peligro al que transita legalmente por ahí, tal como me pasó hoy.
Hoy a la 1:05 de la tarde tomé la Rodríguez Objío para tomar la Galván en dirección sur-norte, pero un animal que manejaba una yipeta se encargó de bloquearme el paso, y encima pretendía que yo diera reversa para él poder meterse en vía contraria por la Rodríguez Objío. No valieron las señas, el letrero de "UNA VIA" ni las bocinas. El hombre no cedió.
Cuando una de las yipetas que estaba parqueada del lado derecho se fue, tuve yo que arriesgarme a meterme en la Galván sin tener la visibilidad adecuada (recuerden, el imbécil de la yipeta me estaba bloqueando el paso), y, como suele suceder, poco faltó para que hubiera un accidente. Todo gracias a la intransigencia, imprudencia y vagabundería de un chofer de yipeta que cree que tanto él como su amo están por encima de la ley.
La calle Galván, al ser doble vía, es sumamente peligrosa para el que la va a tomar desde la Rodríguez Objío. Se demanda una solución urgente al tema planteado aquí.
Con la cantidad de construcciones que se hacen en esta calle, más los carros parqueados a ambos lados, el espacio para transitar es casi nulo. A esto añada el hecho de que la calle, al menos entre Pedro Lluberes y Galván, es de una sola vía en dirección oeste-este. Todos los días varios conductores toman esa calle en vía contraria desde la Galván, poniendo en peligro al que transita legalmente por ahí, tal como me pasó hoy.
Hoy a la 1:05 de la tarde tomé la Rodríguez Objío para tomar la Galván en dirección sur-norte, pero un animal que manejaba una yipeta se encargó de bloquearme el paso, y encima pretendía que yo diera reversa para él poder meterse en vía contraria por la Rodríguez Objío. No valieron las señas, el letrero de "UNA VIA" ni las bocinas. El hombre no cedió.
Cuando una de las yipetas que estaba parqueada del lado derecho se fue, tuve yo que arriesgarme a meterme en la Galván sin tener la visibilidad adecuada (recuerden, el imbécil de la yipeta me estaba bloqueando el paso), y, como suele suceder, poco faltó para que hubiera un accidente. Todo gracias a la intransigencia, imprudencia y vagabundería de un chofer de yipeta que cree que tanto él como su amo están por encima de la ley.
La calle Galván, al ser doble vía, es sumamente peligrosa para el que la va a tomar desde la Rodríguez Objío. Se demanda una solución urgente al tema planteado aquí.
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