A Kerry Kennedy le preocupa la situación de los haitianos ilegales en República Dominicana, según declarara ayer al reunirse con el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán.
Como activista de los derechos humanos que es, no me sorprende su preocupación. Me pregunto si tendrá la misma preocupación por los miles de inmigrantes que cada año llegan a Estados Unidos y que luego son deportados de la manera más brutal, con todo y que Obama ha prometido un trato más humanitario.
Cuando se habla de sellar la frontera mexicana, ¿será ella de las primeras en oponerse a una medida tan radical? Cuando salen esas historias dramáticas de niños que quedan huérfanos en EE.UU. porque sus padres fueron deportados, ¿hará algo por evitar que se repitan?
Insisto con una pregunta: ¿cuál es el supuesto abuso que comete la RD contra los haitianos? ¿Que no les dan papeles? Si fuera este el caso, ¿no se supone que el inmigrante es quien debe regularizar su situación en el país de su escogencia? Dudo que Estados Unidos lleve a cabo programas para dotar de identidad a los inmigrantes que permanencen ilegalmente en su país. A lo sumo los deportará, tal como ocurre en otros países.
La señora Kennedy, conocida por ser hija del asesinado ex senador estadounidense Robert Kennedy (y por consiguiente sobrina de JFK), estuvo acompañada en todo momento por Solain Pierre, que en 2006 fue galardonada con el Premio de Derechos Humanos "Robert Kennedy". A buen entendedor pocas palabras.
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