En la imagen: ilustración de A Book of Nonsense, de Edward Lear)
1. Llamar a un banco porque no funcionan los servicios por Internet y que le informen que para solucionar el problema hay que pasar en vivo por una sucursal para dar unos datos muy básicos (dirección y número de teléfono, específicamente). Honestamente, ¿en cabeza de quien cabe coger tapones, gastar dinero en gasolina y perder tiempo para ir hasta una sucursal de un banco para dar unos detalles que cualquier otro sitio toma por teléfono? Esto es lo que se llama ser ineficiente y poco práctico.
2. Que una persona se coja un parqueo ajeno y luego se queje porque lo trancaron. No conforme con quejarse, entrarle a patadas al vehículo que lo bloquea y luego fajarse a las trompadas con el dueño de ese vehículo, cuyo parqueo ocupó sin permiso y sin corresponderle. A ver, ¿por donde empezar? Este asunto de los parqueos se da a todos los niveles, pero es ridículo llegar a tanto, sobre todo cuando no se tiene la razón.
3. Y hablando de parqueos, ¿por qué será que la gente cree que todas sus acciones quedan justificadas? El otro día me cogieron el parqueo, y cuando regresé a mover mi vehículo a otro sitio más adecuado (me paré detrás del vehículo invasor, pero no me gusta esta práctica, sobre todo después de que un inteligente me rayara toda la parte de alante aprovechando que uno de los parqueos de al lado se vació), llegó la conductora. De inmediato me presenté y le dije que ese era mi parqueo, que para una próxima ocasión al menos dejara una nota. Respuesta de la conductora: "Ay, yo no sé de eso... yo me pasé media hora buscando parqueo, y como ese estaba vacío, lo cogí..."
4. Gente que promete y no cumple. Nada peor que comprometerse a algo y no cumplir con eso en la fecha estipulada. Además de la rabia y la decepción que eso genera, el incumplidor queda marcado de por vida como una persona irresponsable. Esto es algo a tomar en cuenta sobre todo cuando se ofrecen servicios particulares, pues el impacto suele ser mayor que si se estuviera representando a una compañía o a un tercero.
5. Gente que se empeña en coger calles en vía contraria y que se molestan cuando alguien toca bocina, les bloquean el paso o les reclaman. Sinceramente, aquí la gente se ha llegado a creer que puede hacer lo que le venga en ganas.
No me gusta decirlo para que no se mal interprete, pero todo se resume con una palabrita: Salvajes!
ResponderEliminarNos falta mucha educación y buenos modales. Parece que en las familias no se habla al respecto con los hijos.
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