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"Lectura comprensiva"

Foto: Cali's pre-law blog
Lo he dicho antes, y lo vuelvo a decir: la mayoría de la gente lee, pero no comprende lo que lee, con la consecuencia de que se apresuran en comentar de una forma hiriente y ofensiva que nada aporta. Ya me ha pasado antes, incluso colaborando fuera de este blog, y siempre me quedo pensando en la importancia de la cultura del debate, y de paso lamentando que aquí no haya eso.

A veces se emiten opiniones de manera objetiva, planteadas con base, pero ni eso evita que venga una avalancha de comentarios sin criterio y cargados de vulgaridad, porque la vulgaridad hace tiempo que se convirtió en una manifestación propia del dominicano. Leer el contenido de foros, las opiniones que se hacen en periódicos, ver Twitter y escuchar la música de ahora dan una idea de a qué me refiero con esto.

Fuera de la vulgaridad, que ya es un asunto de preferencias, lo realmente preocupante es que en este país no se pueda emitir una opinión sin que vengan a meter a la política de por medio. Justamente es el caso con la entrada de ayer donde pregunto de qué sirve tumbar páginas.

En ningún momento me he enfocado en defender al gobierno, pero la mayoría de los 1,350 lectores que he recibido en esa entrada jura por su madre que es así, llegando a calificarme de "comesola" a la vez que asumen que he recibido algún pago por esta "defensa". Todos han ignorado el punto de esta entrada: tumbar páginas no cambia las cosas, tan solo trae problemas a quienes tratan de usar esas páginas. Peor aún, esa actividad está penada por la ley. Que efectivamente se ponga en práctica o no ya no es mi problema.

Se puede estar de acuerdo o no con mi planteamiento. De la misma forma en que yo escribo con cuidado y con respeto, y de manera responsable, sobre todo, exijo que quien entre a este blog opine de forma igualmente respetuosa. Ya lo dije en una entrada anterior, y lo vuelvo a repetir: yo no vivo de este blog, ni me pagan por escribir. Tan así es que ni publicidad tengo, por tanto no tengo la necesidad ni el interés de defender a nadie. Por último, un consejo: aprendan a leer y a no apresurarse tanto en contestar cosas que no han comprendido.

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