Gente que de repente empieza a actuar raro, que deja de hacer su vida normal y de buenas a primeras se encierra. Son cambios que a veces se dan gradualmente, otra veces son como un relámpago, literalmente de la noche a la mañana. No tardan en llegar las preguntas: ¿Qué le pasa a fulano? ¿Por qué actúa tan distinto? ¿Será por moda o será algo permanente?
Es cierto que mucha gente cambia algunos hábitos de manera voluntaria, a menudo después de haber pasado por alguna situación que le hizo cambiar la forma de ver las cosas. Así, por ejemplo, hay gente que decide mejorar sus hábitos alimenticios, ejercitarse más, ser más tolerante y dedicarse más tiempo, a menudo con la intención de mejorar su salud y su calidad de vida. Hay también gente que se ve envuelta en un peligroso accidente que agradece la segunda oportunidad recibida y en consecuencia emprenden cambios más profundos.
Cambiar es bueno, sobre todo cuando se desean resultados distintos. Sin embargo, la clase de cambio que lleva a la gente a adoptar posturas extremas y a aislarse de la gente que conoce de toda la vida es otra cosa. Conozco gente que se ha metido en sectas religiosas y que a partir de ese momento cambian radicalmente su estilo de vida haciendo cosas que para otros carecen de sentido. Son personas que se esclavizan sin darse cuenta, que dedican parte importante de su tiempo libre y sus recursos a participar en grupos de oración y a predicar la palabra del señor. En casos extremos llegan a condenar a sus antiguas amistades, siempre y cuando estas no pasen a formar parte de su nuevo estilo de vida, algo que raras veces no pasa.
Ante una situación como esta, la conclusión más lógica es que hubo intento de lavado de cerebro y que surtió su efecto. Hay gente propensa a caer en estas cosas, sobre todo en momentos de vulnerabilidad que son aprovechados por inescrupulosos para ponerse a eso.
En lo particular, no creo en esos sistemas que requieren de una participación fija o de entrega de bienes porque de lo contrario no obtendré los "beneficios" que alega dar eso. Vivimos en una época donde el tiempo cada vez resulta más escaso, donde las cosas son cada vez más caras y donde ya no hay la solidaridad de antaño, y es por eso que no entiendo estos fenómenos. Menos aún entiendo cómo una persona descalifica a otra por no seguir su camino.
Lavado de cerebro. El concepto será medio anticuado, pero todavía tiene vigencia, y por eso hay que cuidarse de falsos profetas.
Y toooooooooodo lo miden por su "canon infalible", la biblia. Y con tal de justificar sus acciones, son capaces de leer donde no hay letras, y poner en boca de Dios lo que les conviene que diga.
ResponderEliminarAhhhhh, pero como la grandísima mayoría son simplemente caretas, cuando los descubres claramente "pecando" contra ti, y le reclamas con la misma biblia, entonces se ofenden y se molestan, porque sólo ellos parecen tener derecho a leer e interpretar como les da la gana sus enseñanzas.
Los "cristianos" que viven "predicando" en el señor, sean católicos o evangélicos, suelen ser las personas más hipócritas sobre la faz de la tierra. No son todos, quizás no son siquiera mayoría (ojalá), pero esos acomodadores de versículos son los más necios e irresponsables de los "hijos de dios".
Yo leí la biblia varias veces, fui fijo por años en una iglesia de la que tengo muy muy buenos recuerdos. Aunque mi vida hoy tiene otro mindset, respeto mucho las creencias religiosas y yo mismo me siento muy alineado con las enseñanzas de aquel Jesús del Monte, pero cuando viene un "cristiano" de esos de poca monta y pretende esconder su vileza en versículos de la biblia a su conveniencia, no me queda más que añadirlo al número de los que no me merecen ni 5 cheles de respeto.
Realmente no son todos así, pero esos, los malabaristas de la biblia, son los que desdicen las creencias de los demás. Son esos "cristianos" los que dañan el cristianismo, no "el diablo" ni "el mundo".
Y nada, que escribo pensando en una persona pseudo pulcra que no tiene ni idea de que yo podría pasar por más cristiano que esa persona. Y no me la doy.
A Dios, si decides creer en él, no se le encuentra en un libro, ni en una iglesia. Se le encuentra en los ojos del que realmente es necesitado y uno le tiende la mano... porque esa mano, la tuya cuando ayuda, es la de Dios. Y bueno, que este comentario me salió demasiado largo......
Largo, pero muy interesante. Lo que dices va en consonancia con esa gente que se la da en ser mas santa que tu porque va fijo a una iglesia o a un grupo de oración y ya con eso tienen para descalificar a otros. Pero entonces te fijas bien en su forma de vida, y realmente no deja de ser mucha hipocresía. Y es por eso que no se puede creer en nada ni en nadie que se muestre con parafernalia propagandística. Después de todo, cuántos pastores no hay por ahí viviendo bien por obra y gracia del diezmo que aportan sus incautos seguidores? Así cualquiera!
ResponderEliminarUn tema con mucha tela, si se quiere. Valorar lo humano, lo humano que nos hace bien, creo que es lo primordial.
ResponderEliminarNosotros solemos escudarnos de muchas cosas para no asumir la responsibilidad de nuestras vidas y actos. Dios o los dioses son las muletas favoritas.