Algunas cosas no se pueden dejar pasar por alto, y una de esas tiene que ver con el precario servicio de electricidad de que somos víctimas los dominicanos (y cualquiera que viva aquí). Con una maraña que desafía toda la lógica y que absolutamente nadie entiende -ni siquiera los que están dentro del sistema-, la RD lleva décadas con un problema que no parece tener solución y que cada día resulta más confuso.
Se trata de un engaño a varios niveles. En primer lugar, no se entiende por qué hay unos intermediarios tan caros de por medio. Siendo la RD un país pobre no se entiende por qué el sistema energético nacional se traga tantos millones de dólares al mes, millones que al parecer no surten ningún efecto, a juzgar por los apagones que a diario se dan, incluso en los mal llamados circuitos de 24 horas.
Lo de las 24 horas es la definición de puro mito, pues en estos lugares, con todo y que se paga religiosamente una energía sumamente cara, lo raro es que no se interrumpa el servicio por al menos cinco minutos.
Cinco minutos no es nada, ¿verdad? Parecerá insignificante, pero esos cinco minutos de servicio interrumpido se convierten en pérdida de tiempo y en posible daño para equipos sensibles, como televisores, neveras, lavadoras, computadoras, etc., además de que no hay garantía de que el apagón vaya a durar cinco minutos en realidad. A veces la luz se va hasta seis veces en un mismo día, y aún cuando sea por algunos minutos, es suficiente como para interrumpir lo que sea que se esté haciendo.
Uno de los eternos problemas con la luz tiene que ver con robo y desperdicio. Hay gente subsidiada y sin educación que al tener una factura prácticamente gratuita (en comparación con el no subsidiado) abusa de la luz: prenden luces por las mañanas, dejan abanicos encendidos todo el día y en general hacen un tremendo desperdicio que le toca a otro pagar. Y lo del robo, eso es de antología, con el agravante de que se da en todos los estratos sociales.
Una persona que mensual paga 12, 14 y hasta 15 mil pesos de luz, con todo y que controla su consumo, tiene todo el derecho de quejarse cuando el supuesto servicio de 24 horas resulta un engaño. Tiene derecho a quejarse cuando se hace caso omiso a sus denuncias de problemas y averías y cuando por culpa de esos mini apagones se le dañan par de equipos.
Gazcue es un sector donde la electricidad es bastante cara y problemática. Transformadores que botan chispas, explosiones y fases que se caen sin motivo aparente son solo algunas de las situaciones que se dan con cierta frecuencia. En Gazcue ha habido cambio de líneas, trabajos en las redes, cambio de transformadores y numerosos trabajos de rehabilitación. Sin embargo, las cosas que he mencionado no se corrigen, y cuando se llama para denunciar una de esas situaciones, la respuesta es siempre lenta.
Este asunto de la luz no hay quien lo entienda. Todos los meses el Gobierno tiene que disponer de una millonada, pero los resultados de esa tremenda inversión no se ven por parte. Hasta cierto punto se trata de un abuso de las compañías que dizque vienen a "ayudar" al país con su problema energético, compañías que históricamente se han vendido como la solución. Tremendo engaño que ha resultado, y peores son quienes firman esos contratos que tanto daño hacen.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.