"Síndico de Tamayo pierde escopeta calibre 12 en el tramo que lo une a Uvilla". Así decía uno de los titulares de la edición de ayer de El Nuevo Diario, y si bien el énfasis recae sobre la escopeta perdida, lo que más me ha llamado la atención son las circunstancias en que ocurrió el evento: cuando se paró a orinar en plena vía.
Si esto es el síndico de Tamayo, la persona que se supone está encargada de mantener la limpieza y el ornato del lugar, entonces, ¿qué podemos esperar del resto de la población? Con ejemplos como este no es de extrañar que la gente bote basura desde un carro en movimiento, que tire las colillas de cigarrillo en cualquier piso, que dañe paredes con grafittis y letreros o que orine en cualquier matorral, parqueo o poste de luz.
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Increíble.
Ay, mija, eso fue un error colosal de ese pobre campesino que fue elegido como síndico de esa tierra olvidada por el Señor...
ResponderEliminarDefinitivamente. Otra persona con más sentido común no diría que se paró a orinar, se inventaría otra cosa.
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