El infierno de manejar

Calles estrechas de doble vía, vehículos parqueados a ambos lados de la vía, semáforos dañados, AMETs inoportunos, hoyos, oscuridad, conductores imprudentes y una total falta de respeto a las leyes. Parecen elementos de una película de horror, pero en realidad se trata del día a día de los conductores en Santo Domingo.

Una persona mínimanente nerviosa sucumbe fácilmente entre tantos animales que toman avenidas en vía contraria, que se parquean en doble fila, que frenan en seco para recoger pasajeros, sin el menor aviso, que hacen cortes pastelito, que se meten a túneles y pasos a desnivel sin poder... y todo esto frente a la vista de AMETs que ni se inmutan.

Ayer, en un recorrido de menos de 20 minutos, tuve 3 incidentes, todos en la misma avenida: la México, en dirección este-oeste. Es increíble que todavía la gente no entienda que aquel que va derecho por una vía principal tiene preferencia. No, en vez de respetarse esto, o al menos tomar alguna precaución, la gente dobla como un bólido, sin hacer caso a bocinas y sin reparar en que no es su turno.

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Los peatones son otros imprudentes. A menudo quieren cruzar la calle cuando los vehículos están pasando, y, para colmo, caminan con una calma pasmosa, ajenos al peligro que supone frenar de golpe o al riesgo que corren ellos mismos de sufrir un accidente. He visto gente esperando guaguas o carros en pleno pavimento, aún teniendo una acera en buenas condiciones a sus espaldas.

¿Falta de educación, ignorancia, fallos de las autoridades o una combinación de factores? Juzgue usted mismo.

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Imagen: tangerineblue.com