Siguen aflorando las verdades

Por segunda vez en menos de una semana alguien más admite -finalmente- que los apagones son financieros. Ahora le tocó el turno a Marco de la Rosa, presidente de AES Dominicana, quien pintó un panorama bastante feo respecto a la realidad del sector eléctrico dominicano.

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Resulta que AES, lo mismo que otras generadoras, no tiene capital de trabajo suficiente para comprar el gas con que operan sus plantas, y esta situación obedece a una deuda pendiente que tiene el Gobierno con las generadoras que asciende a 555 millones de dólares.

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Francamente, sigo sin entender este lío de las generadoras y distribuidoras, a la clara dos negocios distintos, cada uno con sus intereses particulares. ¿Por qué motivo tiene el Gobierno que buscar sumas millonarias cada mes para ser entregadas a la generadoras? O sea, ¿qué clase de negocio es este?

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La verdad, este es un asunto muy complicado. A mi entender es injusto que cualquier gobierno, sobre todo uno como este, de un país pobre, tenga que buscar cantidades exageradas de dinero para la generación de una energía eléctrica que nunca ha sido satisfactoria. Antes se echaba la culpa a la mala cobranza de la electricidad, y ahora también. Sin embargo, este punto parece aplicar únicamente a las distribuidoras.

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No entiendo este asunto, y de seguro muchos más no lo entienden. ¿No se supone que el sector eléctrico está en capacidad de generar sus propios ingresos? Después de todo, esa es la razón de ser de todo negocio. Otra cosa, ¿para qué se privatizó, si de todos modos el Gobierno tiene que pagar una mensualidad?

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Al consumidor que paga religiosamente sus facturas no le importa si ha habido atrasos en el gobierno o si determinada generadora no tiene capital de trabajo. Lo único que le interesa es que le den la luz por la que paga.