Un poco de historia
Corría la mañana del 14 de febrero de 1929 cuando en Chicago, Estados Unidos, siete hombres fueron asesinados en un garaje de la parte norte de la ciudad por presuntas órdenes de Al Capone, aunque nunca se le pudo acusar formalmente de la matanza en vista de que se encontraba en la Florida en esos momentos.
La masacre |
Aunque al día de hoy no hay dudas de que se trató de una jugada maestra de Capone para desestabilizar a sus rivales del norte, liderados por Bugs Moran, y así obtener control total de la venta ilegal de alcohol en Chicago, por esos días Capone y su rival Bugs Moran se acusaban mutuamente.
Para entender esta historia, hay que mirar el contexto histórico: por esos años estaba en vigencia la Ley Seca, que básicamente prohibía la fabricación, transporte, exportación, importación, venta y consumo de alcohol. En consecuencia, surgió un mercado negro sumamente lucrativo que era controlado por varias bandas de gangsters, siendo las principales de Chicago la de los italianos del lado Sur, cuyo jefe era Capone, y la de los irlandeses del lado Norte, liderada por Bugs Moran.
A pesar de que desestabilizó a la banda del norte al punto de que al poco tiempo desapareció, la Masacre de San Valentín marcó igualmente el principio del fin de Capone. Nunca pudo demostrarse su participación en el crimen, pero al poco tiempo fue arrestado en Filadelfia por posesión ilegal de armas.Desde allí siguió controlando sus negocios.
Al "Caracortada" Capone (izquierda) y George "Bugs" Moran (derecha) |
En 1931, estando nuevamente en libertad, Capone fue acusado de evasión de impuestos y enviado primero a la Penitenciaría de Atlanta, donde se las ingenió para obtener ciertos privilegios, y luego a Alcatraz, donde perdió todo contacto con el mundo externo, con la consecuencia de que sus negocios fueron declinando lentamente. En 1939 salió de Alcatraz y se retiró a la Florida, donde murió en 1947 a los 48 años.
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