Cuando los parqueos son escasos, como suele ser el caso, los mismos se convierten en una suerte de privilegio para el personal de cierto nivel: directores, encargados de área y gerentes, por solo mencionar algunos ejemplos. Si bien hay departamentos de logística en las empresas para lidiar con este tipo de cosas, siempre hay par de mañosos que se cuelan a estos parqueos -sin contar con la autorización debida-, lo que trae problemas a los usuarios legítimos de los parqueos.
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Los parqueos son tan escasos y demandados en esta ciudad que hay toda una legión de oportunistas que le sacan provecho a la situación. A menudo un parqueo se convierte en motivo de disputa, pues con tan solo unos $$$$ la gente que está llamada a preservar el orden permite que gente no autorizada se estacione en un lugar reservado.
La gente es demasiado mañosa. Con tan solo decir "yo soy don Fulano" o "soy el hijo de Zutano" ya tienen derecho a disponer a su antojo de los parqueos de un lugar. Y cuando el usuario legítimo llega, no le queda más remedio que irse a otro lugar. ¿Es justo esto?
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En la imagen: El conductor de esta yipeta no solo se cogió mi parqueo, sino que se estacionó mal.
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