Kosta Grammatis, ingeniero, fotógrafo y periodista, entre otras cosas, tiene una gran idea en mente: proveer acceso gratuito a Internet en todas partes del mundo. La inspiración de Grammatis tiene todo que ver con la Sociedad de la Información y el hecho de que apenas el 28% de la población mundial está conectada de alguna forma u otra a la red, con todo y que Internet es en estos momentos la principal fuente para acceso a la información.
Partiendo de estas premisas, Grammatis lanzó su idea, que consiste en crear toda una red de satélites para los fines. Si bien la idea puede parecer más sueño que otra cosa, los recientes eventos en Túnez y Egipto, donde Internet ha jugado un papel primordial en las convocatorias a protestas, le han dado a Grammatis y su organización sin fines de lucro A Human Right (Un Derecho Humano) un empuje significativo.
Después de todo, el caso Egipto, donde en un momento dado se dispuso el bloqueo de Internet para así impedir que la gente pudiera seguir organizando sus protestas, demuestra que el sistema actual de telecomunicaciones es bastante vulnerable a los intereses de terceros. De paso demuestra que Internet, con todos sus recursos, se ha convertido en un elemento vital para preservar la libertad de expresión de la gente.
La idea de Grammatis gira en torno a un sistema que no pueda ser apagado, bloqueado o interrumpido por nadie, ya sean fuerzas del orden o hackers, y por eso se ha enfocado en el uso de satélites para los fines. En vista de lo costoso que sale construir un satélite, Grammatis y su gupo se han propuesto reciclar satélites que estén en desuso o subutilizados, con la intención de recolocarlos sobre puntos específicos del planeta donde el acceso a Internet sea mínimo, inestable o demasiado caro para el habitante promedio.
Si Grammatis lograra su cometido, ¿se verían afectadas las compañías de telecomunicaciones? El propio Grammatis duda mucho que esto suceda, pues sería un servicio muy básico de Internet con la intención de hacer del mundo una verdadera Sociedad de la Información, pues los números en la actualidad hablan por sí solos. En pocas palabras, según la visión de Grammatis, un servicio más completo, de conexión a alta velocidad y demás, será cubierto exclusivamente por esas compañías, tal como sucede con radio y televisión gratuitos en la actualidad.
De momento, A Human Right tiene montada una campaña de recaudación de fondos para comprar el satélite Terrestar-1, pues la compañía que lo puso en órbita, Terrestar, se ha declarado en bancarrota, aunque en ningún momento ha dicho que el satélite esté a la venta.
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