Dicen que el dinero y el poder cambian a la gente, y estos cambios van más allá de mejores ropas y un estilo de vida diferente. En este contexto, los cambios más bien se refieren a egos y personalidades transformadas, donde la arrogancia y la prepotencia hacen residencia permanente en detrimento de otras cualidades que tiene aceptación global.
¿Qué tan cierto es esto? Cada caso es diferente, y personalmente no me gusta generalizar, pero la evidencia está ahí, en el día a día. Todo aquel que conoce una persona que por circunstancias diversas ocupa una posición de importancia en alguna organización o que de repente se ve en bonanza, coincide en señalar cambios que a veces no son tan sutiles y que de hecho se dan de la noche a la mañana.
Conozco gente que en la medida en que progresa hace lo imposible por borrar toda evidencia de sus orígenes humildes. Hacen un esfuerzo por codearse con gente de la alta sociedad, aún cuando sus modales y costumbres no se correspondan con ese ambiente y en consecuencia pasen una que otra vergüenza. Gente que de un día para otro se convierte en "amante" de la ópera y el caviar, a pesar de que secretamente odia ambas cosas. En fin, gente que pretende engañar a los demás fingiendo ser lo que no es.
Lo que acabo de describir es de mal gusto, pero la cosa empeora exponencialmente cuando encima de estos cambios se asume una actitud prepotente, sobre todo cuando se mira a los viejos compañeros como gente de a menos. Esta gente, cuando está en lo alto de la cima, se cree con derecho a pisotear gente, hablarle mal a cualquiera y abusar de su condición en términos generales. Cuando se acaba la bonanza y las cosas vuelven a los niveles anteriores, ya es tarde para reflexionar.
Esta prepotencia ha sido la causa de muchas amistades perdidas, de resintimientos entre familiares y malas situaciones a nivel laboral, pues la prepotencia abunda en las oficinas, sobre todo entre jefes y personal que está en poder de toma de decisiones críticas. Definitivamente es una de las peores actitudes que se pueden encontrar.
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