No sé cómo ni por qué, pero el tema de las pirámides financieras ahora parece estar de moda en ciertos segmentos de la población, al punto de que el superintendente de Bancos, Haivanjoe Ng Cortiñas, ha advertido de los peligros que la práctica encierra, que por demás es considerada ilegal.
Para los que no lo saben, una pirámide es un esquema de negocios que consiste en captar "clientes" que pagan una especie de membresía bajo la promesa de aumentar rápidamente sus ingresos en la medida en que va captando más clientes. Por cada cliente se recibe una comisión, y esos clientes introducidos atraen a otros clientes, toca un porcentaje de la comisión a quien inició la cadena.
Se trata en efecto de una pirámide, con la consecuencia de que a medida que va creciendo hacia abajo se van desvaneciendo las ganancias, hasta que finalmente se convierte en una estructura insostenible que tarde o temprano colapsa. En este tipo de esquema fraudulento los únicos que salen ganando son los primeros en meterse. El resto apenas recibe migajas, si no es que pierde su dinero y su tiempo en el proceso.
Esto de las pirámides no es de ahora. En efecto, el término más usado para describirlas, "esquema Ponzi", debe su nombre a Carlo Ponzi, un inmigrante italiano responsable de una de las mayores estafas financieras en la Nueva Inglaterra (Estados Unidos) de 1920.
La estafa consistió en el intercambio de cupones de retorno llegados en correspondencias provenientes desde Europa por estampillas estadounidenses, las cuales posteriormente eran vendidas a su precio de mercado, que era considerablemente mayor al precio de estos cupones llegados desde Europa. Ponzi se hizo rápidamente de dinero, y en la medida en que amasaba una fortuna llegaban los inversionistas a raudales, atraídos por las jugosas tasas de retorno que prometía.
El único problema es que como Ponzi no invertía su propio dinero ni buscaba formas legítimas de generar ganancias, en la medida que disminuía la entrada de dinero fresco disminuían las posbilidades de honrar esos retornos. Cuando se empezó a sospechar de que algo raro había en los negocios de Ponzi las investigaciones no se hicieron esperar, acompañadas del pánico de inversionistas que posteriormente fueron calmados por Ponzi y convencidos de dejar su dinero en su compañía. Cuando la pirámide finalmente colapsó en agosto de ese año, seis bancos cayeron y cientos de inversionistas perdieron todo.
¿Les parece conocida esta historia? Cualquiera que sepa del caso Bernie Madoff no tardará en darse cuenta de que es lo mismo, pero con 89 años de diferencia. Madoff actualmente cumple condena de 150 años en prisión por ser el responsable del mayor fraude tipo Ponzi en la historia financiera mundial.
Con tanta evidencia disponible no entiendo cómo la gente es capaz de caer en esta clase de ganchos. Un negocio que se haga llamar "Donaciones Solidarias" tiene todos los indicios de ser un fraude, y eso queda confirmado al visitar su página en Internet.
En asuntos de dinero fácil, es bueno guiarse de esta máxima: si parece ser demasiado bueno para ser verdad, probablemente es un engaño.
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