¿Nuestro futuro?

Foto: Reuters

La imagen muestra la gran cantidad de basura que bordea la represa Las Tres Gargantas en la provincia Hubei, China Central, el proyecto hidroeléctrico más grande del mundo, construido en parte con la finalidad de limitar las inundaciones causadas por las crecidas del río Yangtzé.

Por efecto de las lluvias torrenciales que se han registrado en las últimas semanas en China, y de paso porque el río Yangtze es a donde van a parar los desperdicios de ciudades que no cuentan con maquinarias para dar un tratamiento adecuado a la basura, la represa está al día de hoy bajo seria amenaza de quedar obstruida por toneladas de basura que se han ido acumulando en sus alrededores.

Nada menos que tres mil toneladas diarias son retiradas del lugar, lo que representa costos elevadísimos, con el agravante de que Las Tres Gargantas no cuenta con suficiente personal para esas labores. A todo esto, se estima que unos 150 millones de personas que viven río arriba contribuyen a este desastre.

La acumulación de basura alrededor de Las Tres Gargantas no solo amenaza con obstruir las esclusas, sino que puede causar daños a los propulsores de embarcaciones que cruzan la represa con fines comerciales, pues es un hecho que el río Yangtzé constituye una importante arteria comercial para la ciudad de Chongquing y otras menos desarrolladas en la parte occidental de China. Asimismo, tanta basura acumulada deteriora la calidad del agua y afea el entorno.

¿Qué tan grave es la situación? Nada menos que 50 mil metros cuadrados de agua han quedado cubiertos por una gran masa de desechos que alcanza una profundidad de 2 pies (60 centímetros). En algunos puntos la basura se ha compactado tanto que se puede caminar encima de ella sin ningún temor a caer al río.

Vista la gran cantidad de basura que se genera en Santo Domingo, y sobre todo la pobre recogida que se hace de la misma, ¿será este nuestro futuro? En nuestro caso, igual que en China, no hay conciencia en este tema: la gente simplemente tira la basura donde mejor considere. Sobre todo, no hay cultura de reciclaje, y esto puede convertirse en un gran problema a largo plazo. ¿Qué opinarán Roberto Salcedo y demás alcaldes al respecto?