Ayer fue noticia el hecho de que Francia tomara la decisión de deportar a aproximadamente 100 gitanos a su país de origen, Rumanía, operación que continúa al día de hoy.
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Haciendo uso de un derecho que le corresponde, el gobierno francés inició en esta semana una batida en contra de los miles de gitanos rumanos que viven ilegalmente en Francia, la mayoría de los cuales instalan campamentos donde viven apiñados y ejecutan sus costumbres tal como si estuvieran en su país. Como nota al margen debo hacer la aclaración de que estos gitanos constituyen una etnia altamente rechazada en Europa debido a sus costumbres arcaicas, forma de vida nómada y el poco deseo de superación que muestran.
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La idea generalizada que hay acerca de los gitanos es que son personas supersticiosas y de poca higiene que prefieren robar antes que trabajar y que en general tienen costumbres que están fuera de época. De si el estigma es inmerecido o no, no se sabe, pero lo que si es muy real es que la tasa de rechazo hacia los gitanos es sumamente alta en toda Europa, sobre todo en países como Francia, Inglaterra e Italia.
En atención a quejas de robos frecuentes, arrabalización de espacios, prostitución y explotación infantil, las autoridades francesas desplegaron un operativo que implicó fletar más de un avión para transportar a esos gitanos a su tierra de origen, no sin antes dar 300 euros a cada adulto y 100 euros a cada niño.
Hay quienes han criticado la medida porque Rumanía forma parte de la Unión Europea (UE) y como tal sus ciudadanos tienen derecho a desplazarse libremente por la zona Euro, de la cual Francia también forma parte. El alegato de Francia es que no se debe permitir que ninguna persona ocupe tierras ilegalmente en otro país, pues a pesar de lo establecido en los estatutos de la UE cada país tiene el deber de hacer cumplir sus propias leyes.
Este caso tan solo demuestra lo difícil que el tema de la migración a nivel mundial, y de paso deja en claro que ningún país desea ni está dispuesto a aceptar este tipo de invasiones masivas y aparentemente pacíficas.
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