Luego el sábado, a eso de las 11 de la mañana, un general retirado de la Policía, identificado como Ricardo Rodríguez Taveras, disparó contra el dueño de las bancas de apuesta "Presidente Sport" en el interior del restaurante Tony Roma's, en la Sarasota. ¿El motivo? Una riña por una supuesta deuda millonaria en la que estuvo involucrado un tercero que al parecer salió ileso.
No hay forma de describir el impacto que se lleva quien está por los alrededores, haciendo sus diligencias en paz, al ver correr por entre vehículos a un hombre todo tembloroso y ensangrentado, como me relató una amiga que estaba esperando el cambio de semáforo en la intersección de la Churchill con Sarasota. Tan fuerte fue el impacto que decidió regresar a su casa y dejar las diligencias para otro día.
No bien se ha salido del asombro de estos dos incidentes cuando en la mañana de hoy nos topamos con que un hombre fue muerto a balazos mientras se ejercitaba por el Jadín Botánico, detrás de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. La víctima, identificada como Sergio Rojas Soriano, fisiatra del Centro Médico UCE, recibió nada menos que 5 balazos. Extrañamente, no le robaron nada. De momento se especula que puede tratarse de un crimen pasional, pero aquí nunca se sabe.
Entre crímenes pasionales, ajustes de cuentas, robos menores, violadores, atracadores, secuestradores, bandas organizadas, mafias, narcotráfico y sicariato ya si es verdad que no se puede salir a la calle a ninguna hora. A la historia pasó eso de que por las calles de Santo Domingo se puede andar libremente, ya sea a pie o en vehículo. Asimismo, la violencia ya no respeta lugar ni hora para manifestarse... ¿nos quedaremos de brazos cruzados ante este panorama?
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