En un parqueo lleno de vehículos mal estacionados, algunos en doble fila, otros parqueados perpendicularmente, ¿qué hacer cuando dos vehículos coinciden de frente en el poco espacio libre que se ha dejado para circular?
Dice la lógica que uno de los conductores obligatoriamente tiene que dar reversa, pero, ¿cuál? ¿Qué pasa si uno de los dos no quiere ceder? Justamente algo como esto me sucedió hoy. Intentando salir de un parqueo súper incómodo, lleno de obstáculos, tres veces estuve en la situación de que coincidía de frente con alguien. En las tres ocasiones los otros conductores eran choferes que estaban asignados a una empresa o a una persona particular.
Aún cuando yo había llegado primero al punto de confluencia, se pretendía que fuera yo quien diera reversa. Así sucedió en las dos primeras ocasiones, donde los choferes fueron tan especiales que siguieron avanzando aún sin poder. Ya a la tecera, cansada del relajito y de exponerme a un posible choque, decidí que era turno del otro sacrificarse y dejarme ir. Después de todo, llegué primero a ese punto y ya era la tercera vez que pasaba.
Señas, moriquetas y hasta ademanes por parte del otro chofer, todo con la intención de que yo diera para atrás. Respondí con señas que no iba a dar ninguna reversa; que la diera él. 5 minutos nos pasamos ahí, cara a cara, sin movernos, hasta que finalmente la persona cedió y dio reversa.
¿Moraleja? Hay que aprender a ceder el paso y a no ser tan cómodos.
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