Cuando se pierde el respeto sobre figuras de autoridad o representativas puede pasar cualquier cosa. A nivel internacional se ha visto a grandes multitudes atacar a presidentes, actores de cine, cantantes y otras personalidades con improperios, insultos, abucheos y hasta con el lanzamiento de huevos, tomates y botellas. Se ha visto incluso como les sacan la lengua en ocasiones.
Dentro de las reacciones extremas cuando se pierde el respeto, el zapatazo al ex presidente estadounidense George W. Bush durante una rueda de prensa es quizás el incidente más memorable, y si bien el periodista responsable de semejante acto fue encarcelado y torturado, en muchas partes del mundo, inclusive dentro del mismo Estados Unidos, el incidente fue celebrado y alabado.
A raíz del zapatazo que recibió Bush salieron camisetas, chistes y hasta un juego en Internet. Se crearon grupos de apoyo al periodista, que al salir de la cárcel recibió un trato de héroe, aunque ello no significa que no tenga sus enemigos, pues recientemente fue receptor de un zapatazo en rueda de prensa. Paradójico, ¿no?
Si el zapatazo a Bush fue algo cómico, sobre todo porque nadie salió herido, no sucede lo mismo con la agresión de que fue víctima ayer el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, a quien le dieron un puñetazo sobre el labio superior que le partió dos dientes, además de que perdió una considerable cantidad de sangre.
Aún cuando el incidente no haya sido para nada cómico -Berlusconi estará hospitalizado por 48 horas y el agresor fue arrestado de inmediato- por tratarse de una figura tan controversial y vergonzosa para los italianos, quienes a raíz de sus múltiples escándalos y meteduras de pata incluso han pedido su renuncia, hoy el agresor, de nombre Massimo Tartaglia, tiene toda una legión de seguidores por Facebook que apoyan lo que hizo.
Aún cuando Europa condena fuertemente el ataque, 43 mil personas ven a Tartaglia como un héroe, y eso dice mucho acerca de la relación de un pueblo (el italiano) con su máximo representante, a quien ven como un payaso y una vergüenza nacional. Para colmo, Berlusconi es conocido a nivel internacional como una persona de pocos modales que no duda ni un instante es ofender a sus congéneres (ha definido a Obama "bronceado, ha jugado bromas sobre la canciller alemana Angela Merkel y ha irrespetado a la reina Isabel II)
La moraleja aquí está bastante clara.
Hola! Muy interesante tu post sobre lo sucedido a Barlusconi!!
ResponderEliminarPor desgracia, la existencia de esos grupos de Facebook ha hecho que el gobierno encuentre una excusa para crear legislación que sirva para tener bajo control estas situaciones, lo que fácilmente puede degenerar en censura en la web.
Por otra parte, la relación del pueblo italiano con Berlusconi...bueno, no tiene termino medio, al parecer. Si, hay mucha gente que no lo soporta y se averguenza de sus continuas meteduras de pata y faltas al respeto. Pero también hay quien lo adora y lo defiende sin questionarse su autoridad. Y esto crea una tremenda fractura en la sociedad italiana.
Saludos desde Italia!!
Gracias por tu comentario. Es cierto lo que dices, con Berlusconi no hay término medio. He visto con interés una teoría de conspiración que dice que el ataque a Berlusconi fue un montae para que recuperara sus niveles de popularidad (hay un video de esto en Youtube). ¿Qué opinas de esto?
ResponderEliminarSaludos desde Santo Domingo.