Necedad

Foto: periódico Hoy

Lo de los médicos no tiene ejemplo. En su afán por no resignarse a una lucha que ellos entienden justa y en la que cada día pierden más apoyo, se han rebajado al nivel de cualquier sindicato rebusero, ocupando oficinas ajenas, protagonizando huelgas de hambre y llegando al colmo de ocupar la Catedral de Puerto Plata en un claro irrespeto a la iglesia, las autoridades y el pueblo.

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De si el reclamo de los médicos es justo o no, depende de como se mire. Por un lado, es una realidad que el sistema de salarios en la RD, tanto en el sector público como privado, es totalmente injutso. En ambos sectores hay grandes incongruencias y desigualdades. Por otro lado, los médicos no son lo únicos que se quejan de sus míseros salarios, y no ayuda a su causa el hecho de que las quejas sobre incumplimiento de horarios y mal servicio en hospitales públicos abundan.

Salvando las excepciones, para nadie es secreto que muchos de esos médicos que se quejan, con Waldo Ariel Suero a la cabeza, tiene su consultorio privado por ahí. Con la extensión de la huelga y las protestas, que llevan ya una semana, el Colegio Médico Dominicano y demás gremios de la salud participantes han demostrado un enorme grado de insensatez al no reparar que el daño se lo están haciendo a la población de menos recursos.

Dramático resultó el caso de la señora que la emprendió a pedradas contra médicos en huelga en el Moscoso Puello al enterarse de que el hijo que llevó en estado agónico a ese hospital murió. Aún cuando se alega que al paciente se le dieron las atenciones de lugar, la acción de esta madre refleja la sensación de hastío que siente el pueblo ante los constantes paros que escenifican estos médicos. En varios periódicos no poca gente dejó comentarios por esa misma tónica al saberse de este incidente.

Mientras Waldo es sacado a la fuerza una y otra vez de sitios que ha ocupado sin ningún derecho, y se debate si la el manejo de la situación por parte de la policía fue correcto o no, hay miles abarrotando salas en busca de asistencia médica que no recibirán a tiempo. ¿Quién responde a esta gente?

Salud Pública debiera de el ejemplo y descontar cada día no trabajado a estos médicos, porque de este relajo ya la gente está cansada.