El conflicto parece ser parte esencial de la humanidad, sin importar el escenario donde se mire.
Si nos vamos a la historia, veremos que página tras página se habla de conflictos, guerras y luchas de poder. En el plano personal pasa igual.
¿Hay alguna forma de evitar los conflictos y vivir siempre en paz? Sí, la hay, pero se trata de algo bien difícil porque implica una dosis de sinceridad que a menudo hiere a los participantes.
Sí. Decir la verdad y ser sinceros respecto a lo que se siente es la única manera de evitar conflictos, y por ese motivo es que la diplomacia raras veces sirve, ya que ese es el arte de ser mentiroso y prolongar lo más posible situaciones que van a favor de una de la partes (raras veces funciona en doble vía).
Otra manera de evitar conflictos sería estudiar el comportamiento de las demás personas con las que tenemos algún tipo de relación y evitar aquellas cosas que causan respuestas o reacciones adversas. El único problema de este enfoque es que implica que cada cual ponga de su parte, y eso es algo sumamente difícil por el mero hecho de que la gente en su mayoría es egoísta y realmente no le importan los sentimientos o necesidades de los otros.
¿Es difícil convivir con gente? Seguro que sí. Por eso en la vida personal (casi) siempre hay conflictos, lo mismo que entre naciones y razas dentro de una misma nación. Empeora las cosas la actitud pasiva-agresiva que asume una mayoría, porque eso es más fácil que enfrentarse al otro y sacar en cara lo que hay.
Dejar de hablarle al otro, hacer cosas de maldad y salir con comentarios infantiles con el objetivo de herir no sirven de nada. Hasta que no se enfrente la situación con honestidad, nada va a fluir correctamente.
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