Por muchas vueltas que se de al asunto, nada justifica el aumento de 49% que se aprobaron a unanimidad los regidores de San Cristóbal, quienes ahora devengarán 154,905 pesos mensuales. La acción, como es lógico, reduce las partidas de otros organismos de esa municipalidad, entre ellos el Cuerpo de Bomberos, la Policía Municipal, la dirección de Cultura y los departamentos Agroforestal y de Medio Ambiente.
¿Cómo progresa un pueblo cuyos fondos van destinados exclusivamente a saciar la sed de dinero que sienten sus supuestos representantes? Hace mucho que regidores, síndicos, diputados y hasta senadores dejaron de ser figuras de prestigio porque es cada vez más evidente que sus intereses no coinciden con los de la generalidad a la que están supuestos a representar y defender.
La decisión de estos ilustres regidores no hace más que aumentar la precariedad con la que opera el ayuntamiento de San Cristóbal, cuyos fondos son insuficientes para responder a las demandas de la ciudad, tal como sucede en otros ayuntamientos del país y del mundo.
Para variar, y como un indicio que todavía queda gente sensata, el extraordinario aumento salarial ha sido rechazado de plano por el síndico de San Cristóbal, José Montás, quien se ha amparado en la ley 167-07 que rige el funcionamiento de los ayuntamientos.
Lo que se espera es que, para el bien de los sancristobalenses, la sensatez se imponga en esta ocasión y caigan al vacío las justificaciones que pudieran alegar los regidores para ese aumento salarial.
¿Cómo progresa un pueblo cuyos fondos van destinados exclusivamente a saciar la sed de dinero que sienten sus supuestos representantes? Hace mucho que regidores, síndicos, diputados y hasta senadores dejaron de ser figuras de prestigio porque es cada vez más evidente que sus intereses no coinciden con los de la generalidad a la que están supuestos a representar y defender.
La decisión de estos ilustres regidores no hace más que aumentar la precariedad con la que opera el ayuntamiento de San Cristóbal, cuyos fondos son insuficientes para responder a las demandas de la ciudad, tal como sucede en otros ayuntamientos del país y del mundo.
Para variar, y como un indicio que todavía queda gente sensata, el extraordinario aumento salarial ha sido rechazado de plano por el síndico de San Cristóbal, José Montás, quien se ha amparado en la ley 167-07 que rige el funcionamiento de los ayuntamientos.
Lo que se espera es que, para el bien de los sancristobalenses, la sensatez se imponga en esta ocasión y caigan al vacío las justificaciones que pudieran alegar los regidores para ese aumento salarial.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.