Foto: Daily Mail |
Cierto es que la tecnología ha facilitado el tomar y retocar fotos, pero a veces tanta facilidad y simpleza se traducen en descuidos imperdonables. Así, por ejemplo, ha habido varios casos de catálogos de ropa que pasan vergüenza cuando alguien descubre que a la modelo le falta un brazo o un pedazo de la cadera, cortesía del Photoshop y el afán de perfeccionismo.
De la misma forma en que se cometen estos deslices, pasa lo contrario: salen cosas que no debieron salir. La cadena francesa de ropa La Redoute es un buen ejemplo de esto último cuando publicó en su catálogo online la foto de cuatro niños que corrían por la playa en la sección de ropa para niños.
Un vistazo rápido a la foto revela cuatro niños alegres, con ropa apropiada para playa. Una inspección más detenida revela un hombre desnudo detrás, un elemento inesperado que robó la atención del objetivo inicial y que provocó varias burlas a la compañía a través de Twitter.
Aunque La Redoute rápidamente eliminó la foto, el daño quedó hecho ya. Quizás la peor parte es que se trató de una situación tan fácil de evitar, pues con unaspocas herramientas de retoque de fotos quedaba eso resuelto. ¿Moraleja? El título de esta entrada: hay que prestar atención a los detalles.
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