No sorprende que los relatores "especiales" de la ONU que vinieron al país a estudiar la situación de los derechos humanos hayan presentado un informe preliminar lleno de prejuicios y falsedades. Dicen estos señores que hay en RD un racismo arraigado desde tiempos de la colonia, y que la mayor discriminación se hace contra haitianos.
Hablan los de la ONU de discriminación a los haitianos, de como no se les da participación, pero esto es falso. Aparte de los miles de haitianos que trabajan en construcción, hay muchas mujeres de estas pidiendo en las calles con sus niños a cuestas, sin mencionar las parturientas que a diario cruzan la frontera para recibir atenciones médicas en hospitales públicos, atenciones que nunca se han negado.
El resultado no sorprende, más si se observa que el equipo de la ONU está conformado únicamente por dos personas de raza negra: un senegalés, cuya esposa es de origen haitiano, y una afroamericana, para usar el eufemismo inventado por Estados Unidos para estos casos. A todo esto, debe recordarse que República Dominicana es víctima de una campaña que tiene por fin ulterior la unificación de la isla.
Hablan los de la ONU de discriminación a los haitianos, de como no se les da participación, pero esto es falso. Aparte de los miles de haitianos que trabajan en construcción, hay muchas mujeres de estas pidiendo en las calles con sus niños a cuestas, sin mencionar las parturientas que a diario cruzan la frontera para recibir atenciones médicas en hospitales públicos, atenciones que nunca se han negado.La ONU, que al igual que el resto de la comunidad internacional hace un flaco servicio, debería mirar hacia Estados Unidos y el tratamiento que da a los inmigrantes, sobre todo si se trata de mexicanos, a quienes les construye un enorme muro en territorios robados hace años a esa misma nación. Pudiera también buscar la manera de parar la masacre en Irak e impedir otros abusos que suele cometer Estados Unidos, pero es más fácil arremeter contra un país pobre y pequeño, plagado de problemas.
Pretenden estos enviados de la ONU que el gobierno dominicano admita la existencia de racismo en este país y piden una serie de reivindicaciones al respecto. Así como las autoridades han rechazado tajantemente estas acusaciones en el pasado, se espera que ahora hagan lo mismo. No nos podemos dejar humillar así, hay que defender la soberanía y el derecho que tenemos como país a repatriar indocumentados, tal como se hace en el resto del mundo.
En vez de estar enchinchando cada vez más contra RD, países como Francia, que SI tiene deuda histórica con Haití, pueden mejorar la condiciones de vida de ese país construyendo escuelas y hospitales, y no huyendo, como ha hecho hasta ahora.
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