Dentro del universo de cosas absurdas hay una situación que ocurre con frecuencia y cuyas consecuencias son totalmente impredecibles: el caso de los que se cogen parqueos ajenos.
Un día puede ir marchando perfectamente: todas las llamadas se realizaron con éxito, la reunión fue productiva, finalmente le dieron luz verde a un proyecto, etcétera. Sin embargo, todo se va a pique cuando se llega al parqueo asignado y el mismo se encuentra ocupado por un invasor que no dejó identificación ni medios de contacto.
¿Cuáles son las consecuencias de cogerse un parqueo? Para el que se lo coge, ninguna. Todos los problemas derivados son para el dueño legítimo del mismo, quien no tiene donde dejar su vehículo y debe entonces buscarle un estacionamiento provisional. La pregunta es, ¿dónde?
A pesar de que fue lo que originó el problema en primer lugar, cogerle el parqueo a otro jamás es la solución. Esto tan solo contribuye al caos. La segunda opción para la mayoría de la gente es trancar al intruso que ocupó el parqueo ajeno, algo así como un castigo del tipo "ojo por ojo".
Si bien trancar al intruso resuelve momentáneamente la situación, se crean algunos problemas adicionales. En primer lugar, queda el vehículo en posición vulnerable, obstruyendo el libre paso de otros. En segundo lugar, se corre el riesgo de que el intruso que se cogió el parqueo intente salirse usando sus dotes de corredor de Fórmula 1, rayando de paso al vehículo que le obstruye la salida.
Una tercera solución, usada conjuntamente con la táctica de trancar al vehículo invasor, es dejar una nota indicando donde contactar al dueño del parqueo. Esto se hace con la intención de que el intruso no trate de salir a la mala, y si bien funciona en ocasiones, no siempre se tiene el efecto deseado. Ha habido casos en que la persona que está en falta, a pesar de no tener razón alguna, le reclama al afectado, le habla mal y hasta lo amenaza
En conclusión, encontrarse con el parqueo cogido es una de las cosas más absurdas que pueden pasarle a cualquiera, con el agravante de que hace perder tiempo, saca de concentración y expone a la víctima a varios peligros. Esto NO es justo. A veces se pierden HORAS por esta clase de situaciones, horas que bajo ninguna circunstancia se reponen.
Aunque quizás suene un poco exagerado, debería de haber una ley que procese a quienes se cogen parqueos asignados, ya sea en instituciones de trabajo o en edificios de apartamentos. Y si alguien cree que el tema en general es exagerado y que no es para tanto, nada más hay que recordar que no hace mucho mataron a una persona por un parqueo en un residencial. Eso da la idea de lo grave que es este problema y de cómo rápidamente puede escalar hasta convertirse en una tragedia por falta de mecanismos adecuados.
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