¿Será sabotaje?

Foto: alinstante.net

¿Qué hacer con el desayuno escolar? Primero fue la denuncia de que la leche era de mala calidad. Luego de un período de aparente calma, en donde incluso hubo remoción de funcionarios, el tema constante han sido las intoxicaciones, la mayoría de las veces provocada por la leche, aunque también ha habido casos asociados al bizcocho.

Desde que salió el primer caso durante la gestión de Melanio Paredes, el ministro ha garantizado toda clase de estudios y análisis para dar con la causa de estas intoxicaciones. Tristemente, estas, lejos de parar, han aumentado considerablemente, siendo el último caso el registrado ayer en Cotuí, donde 13 estudiantes se enfermaron tras tomar jugo.

Siendo el caso que el Ministerio de Educación decidió sustituir leche por jugo a raíz de los casos reportados de intoxicación, la cosa se ha tornado sospechosa. El desayuno escolar, que para muchos padres representa un alivio y una motivación para enviar a sus hijos a la escuela, es un gran negocio para los suplidores involucrados. En los últimos tiempos, la leche ha sido suministrada por LADOM, una compañía que está bajo constante ataque por parte de sus rivales, según puede verse en la prensa.

En vista de los tantos casos de intoxicación asociados a la leche, el Ministerio de Educación decidió suspender la entrega de ese producto el pasado 30 de abril, sustituyéndolo por jugo. Desconozco el suplidor del jugo, pues el nombre no figura en la noticia, pero una cosa queda clara: el problema no era sólo la leche. Asumiendo que el jugo también sea de LADOM, habría que explorar dos posibilidades: o tienen serios problemas en control de calidad, o están siendo víctimas de sabotaje.

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Si el jugo no es de LADOM, entonces quedaría confirmada la hipótesis de que se trata de hacer daño al Ministerio de Educación y al Gobierno, con la posibilidad de que los ataques sean dirigidos a una persona en específico. En este caso del desayuno escolar no se puede dar por descabellada la ideal del sabotaje, pues se sabe que hay personajes y comercios poco éticos que agotan todos los recursos posibles con tal lograr lo que quieren, aún si ello implica mandar al hospital a varias personas.

Sea como sea, no solo sufren los estudiantes intoxicados y sus familiares, sino que, más que el Gobierno, se pone en entredicho la calidad de los productos locales, y eso en nada ayuda al comercio ni a la economía.