El acontecimiento del día a nivel internacional es el encuentro en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, recién electo hace unos meses.
Lo que para Obama representa una real oportunidad para lograr la tan anhelada paz en Medio Oriente pudiera verse afectado por la actitud que asuma Israel, sobre todo en lo concerniente a Irán, país que para Estados Unidos e Israel representa una amenaza nuclear. La diferencia de actitud entre Obama y Netayanhu será muy visible en esta ocasión.
Mientras que Obama se muestra siempre dispuesto a negociar, en actitud conciliadora, lo mismo no aplica a Israel, y menos a Netanyahu, que es casi tan radical en su actuar como Tzipi Livni, su contendiente en las últimas elecciones y figura clave en el brutal ataque que hicieron a los palestinos en la Franja de Gaza en diciembre pasado.
La forma poco conciliadora de Netanyahu quedó demostrada ampliamente en 1996, cuando bloqueó el proceso de paz con Yasser Arafat de tal manera que nunca hubo avances concretos. De esa epoca se recuerda la politica de los 3 no: no retiro de Golan, no discusión del caso Jerusalén y, sobre todo, no negociar en condiciones predeterminadas.
Ahora que las cosas han cambiado y el centro de atención lo ocupa Irán, país con el que Estados Unidos está dispuesto a hacer concesiones, ¿será capaz Israel de asumir una actitud más pacífica y conciliadora? La historia reciente nos dice que no, pero habrá que ver que pasa.
Lo que para Obama representa una real oportunidad para lograr la tan anhelada paz en Medio Oriente pudiera verse afectado por la actitud que asuma Israel, sobre todo en lo concerniente a Irán, país que para Estados Unidos e Israel representa una amenaza nuclear. La diferencia de actitud entre Obama y Netayanhu será muy visible en esta ocasión.
Mientras que Obama se muestra siempre dispuesto a negociar, en actitud conciliadora, lo mismo no aplica a Israel, y menos a Netanyahu, que es casi tan radical en su actuar como Tzipi Livni, su contendiente en las últimas elecciones y figura clave en el brutal ataque que hicieron a los palestinos en la Franja de Gaza en diciembre pasado.
La forma poco conciliadora de Netanyahu quedó demostrada ampliamente en 1996, cuando bloqueó el proceso de paz con Yasser Arafat de tal manera que nunca hubo avances concretos. De esa epoca se recuerda la politica de los 3 no: no retiro de Golan, no discusión del caso Jerusalén y, sobre todo, no negociar en condiciones predeterminadas.
Ahora que las cosas han cambiado y el centro de atención lo ocupa Irán, país con el que Estados Unidos está dispuesto a hacer concesiones, ¿será capaz Israel de asumir una actitud más pacífica y conciliadora? La historia reciente nos dice que no, pero habrá que ver que pasa.
Rocio, los judioa son como unos fanáticos. No entienden y hacen las cosas de forma radical. Es dificil negociar y llegar a un acuerdo con ellos.
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