Con 14 muertes registradas y numerosos casos en los principales hospitales de Santo Domingo y Santiago, no es cuento que hay un brote de leptospirosis en el país, una consencuencia directa de las malas condiciones en que quedaron numerosas comunidades inundadas tras el paso de la tormenta Noel.
La leptospirosis es una enfermedad de origen animal potencialmente mortal y que da pocos avisos porque sus síntomas a menudo se confunden con gripe o fatiga. Pero la verdadera alarma es la forma de contagio: el principal agente de infección es la orina de ratas. De esta manera, la enfermedad, que no es contagiosa entre humanos, se adquiere al ingerir comidas o aguas contaminadas por orina de rata o a través de heridas en la piel que entraron en contacto con tierra o aguas contaminadas.
Luego de esta breve introducción, consideramos que el momento es propicio para que se eduque al pueblo dominicano respecto a la importancia de la higiene. Vivimos en un país donde mucha gente, sobre todo la que tiene menos recursos, desconoce las reglas básicas de la higiene, donde muchos conviven con ratas y no se preocupan por eliminarlas
Vivimos en un país donde la gente tiene la mala costumbre de tener el patio y el techo lleno de madera vieja, hierros, desechos y otros trastes que se convierten en la guarida perfecta para ratas, cucarachas y otras alimañas. Que se sepa que la orina y las heces de ratones pueden ser incluso más letales que una mordida de este animal.
Posiblemente sea la rata el mayor transmisor de enfermedades, entre ellas peste bubónica, tifo, salmonelosis, leptospirosis y hantavirus. Todas estas enfermedades tiene el potencial de causar la muerte en poco tiempo, aún cuando se busque tratamiento médico.
Ante el actual brote de leptospirosis, no pierda tiempo si súbitamente siente dolor intenso en las pantorrillas y otras partes del cuerpo, náuseas, dolor de cabeza, fiebre y coloración amarillenta de los ojos y la piel (ictericia). A manera de prevención, lave bien las frutas y vegetales que vayan a consumirse, hierva el agua, no deje comidas destapadas o fuera de la nevera, no ande descalzo (sobre todo en patios y sitios que sufrieron inundaciones), y, si sus recursos lo permiten, fumigue su área.
El sector oficial, léase, Salud Pública, necesita emprender un programa de fumigación urgente e iniciar la repartición de folletos ilustrativos entre la población. Por su parte, los ayuntamientos deben redoblar sus esfuerzos por recoger la basura y eliminar escombros para eliminar posibles focos infecciosos.
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