Hay tantas cosas de que hablar que a veces se hace difícil determinar por donde empezar. Hay toda clase de temas por discutir, y cada uno de ellos incide directamente sobre nuestras vidas: desde la extensión concedida a las granceras para que sigan explotando los ríos (dizque es temporal y a consencuencia de Noel, ya veremos) hasta los montones de basura que arropan distintos sectores del Distrito Nacional.
Son situaciones que indignan, pero lo que es verdaderamente indignante no es la situación en sí, sino la indiferencia de autoridades y gente común por igual. A veces resulta que la misma indiferencia y falta de conciencia del ciudadano promedio da al traste con planes del sector oficial. ¿Un ejemplo? Vaya a cualquier parque recién inaugurado por el actual síndico y verá que en medio de los bancos pintaditos y jardinería razonablemente cuidada aparecerá basura esparcida. Si se descuidan en mantenimiento, al poco tiempo el parque volverá a ser la misma ruina de antes, y eso es una pena.
Pero veamos algo más grave aún: quizás como consecuencia de Noel, ahora hay una tendencia hacia desyerbar patios y podar árboles grandes en calles y avenidas de la ciudad. Lo malo de esto es que hay desaprensivos que hacen esto dentro de sus propiedades y tiran todo lo que sacaron (hojas, ramos, troncos) en la acera de afuera. No se preocupan por deshacerse adecuadamente de su basura, sino que la dejan ahí al tiempo, quizás con la esperanza de que alguien se la lleve o que por proceso natural eventualmente desaparezca.
Además de afear el entorno (Gazcue da pena en estos momentos), todos estos ramos y troncos impiden el libre paso de peatones por las aceras y se convierten en guarida de ratas y otras alimañas. Ante el actual brote de leptospirosis, no es esta la mejor idea. Y si a esto sumamos la basura que hay de por sí acumulada, pues tengo días observando eso, tenemos una situación aún peor.
¿Cuándo es el la gente va a tomar conciencia? ¿Cuándo se va a educar a la población en el manejo adecuado de la basura? ¿Cuándo tendremos reglas claras? ¿Cuándo tendrá el Distrito Nacional un sistema eficiente de limpieza? Una buena multa es lo que se merece el gracioso que tira sus porquerías de jardín en la acera.
Son situaciones que indignan, pero lo que es verdaderamente indignante no es la situación en sí, sino la indiferencia de autoridades y gente común por igual. A veces resulta que la misma indiferencia y falta de conciencia del ciudadano promedio da al traste con planes del sector oficial. ¿Un ejemplo? Vaya a cualquier parque recién inaugurado por el actual síndico y verá que en medio de los bancos pintaditos y jardinería razonablemente cuidada aparecerá basura esparcida. Si se descuidan en mantenimiento, al poco tiempo el parque volverá a ser la misma ruina de antes, y eso es una pena.
Pero veamos algo más grave aún: quizás como consecuencia de Noel, ahora hay una tendencia hacia desyerbar patios y podar árboles grandes en calles y avenidas de la ciudad. Lo malo de esto es que hay desaprensivos que hacen esto dentro de sus propiedades y tiran todo lo que sacaron (hojas, ramos, troncos) en la acera de afuera. No se preocupan por deshacerse adecuadamente de su basura, sino que la dejan ahí al tiempo, quizás con la esperanza de que alguien se la lleve o que por proceso natural eventualmente desaparezca.
Además de afear el entorno (Gazcue da pena en estos momentos), todos estos ramos y troncos impiden el libre paso de peatones por las aceras y se convierten en guarida de ratas y otras alimañas. Ante el actual brote de leptospirosis, no es esta la mejor idea. Y si a esto sumamos la basura que hay de por sí acumulada, pues tengo días observando eso, tenemos una situación aún peor.
¿Cuándo es el la gente va a tomar conciencia? ¿Cuándo se va a educar a la población en el manejo adecuado de la basura? ¿Cuándo tendremos reglas claras? ¿Cuándo tendrá el Distrito Nacional un sistema eficiente de limpieza? Una buena multa es lo que se merece el gracioso que tira sus porquerías de jardín en la acera.
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