Y después se preguntan por qué nada cambia

Imagen: otg.edu.me

La verdad es que leyendo las declaraciones de gente como Janet Camilo queda clarísimo por qué las cosas en este país no cambian. Lo primero es que queda en evidencia que no es cuento que la política se ha convertido en un negocio y que es mucha la gente que se mete a eso para ver qué consigue. Todas las esperanzas de escalar económicamente están cifradas en la política, y es por ese motivo que absolutamente todo gira en torno a eso.

¿Cómo lograr un cambio cuando hay tantos intereses de por medio? Simplemente no se puede, y eso es lo que vemos en la práctica. El dominicano se ha hecho la idea de que la política es la panacea a todos su males económicos, que esa es la única forma de progresar, y por eso busca lo suyo a toda costa, sin importarle si las cosas se están haciendo bien o mal. Etica, moral, responsabilidad, comedimiento, calidad. Esas son cosas inexistentes actualmente, y la verdad es que no sorprende.

Fíjense bien en las declaraciones de la señora Camilo. De manera descarada dice que los dirigentes del partido al que pertenece pretendían llegar al poder para mejorar su situación económica, y menciona que eso incluía a gente que de por si está bien, con villas en Casa de Campo pero que además aspiran a cambiar de estatus y de paso tener un apartamento en Miami. Más descarado de ahí no se puede ser, y ciertamente ofrece un reflejo de una realidad que quizás muchos no quieren ver o que se empeñan en querer tapar, de manera infructuosa.

Quizás fue lo mejor que ese partido no ganara en las elecciones pasadas, porque si estas declaraciones son un indicador adecuado, entonces podemos deducir que desde que llegaran iban a acabar con todo, tal como ocurrió en el año 2000.

Así no hay país que progrese.