El problema no es el 4%

Meses después que iniciara el movimiento que exige la aplicación del 4% del PIB al sector educación conforme lo establece la Constitución siguen realizándose marchas, vigilias y demás formas de protesta los días 4 de cada mes. Ya conocemos la movida: grupos de personas con camisetas y accesorios amarillos haciendo una forma de protesta que aunque parece ser proactiva en realidad no logra ninguna diferencia.

Foto: blog "El Pavito"

La triste realidad es que aún cuando la Coalición por una Educación Digna logre su objetivo de que el presidente, sea el actual o el venidero, aplique real y efectivamente el 4% del PIB para fines de educación, las cosas no van a cambiar. Por mucho tiempo seguirán los mismos analfabetos poblando los pueblos dominicanos, seguirán la falta de modales, la plebería en las redes sociales, la mala ortografía y la ignorancia en concursos de belleza. ¿Por qué? Porque el problema no es tanto de "educación" per se, sino de algo todavía más intangible: educación casera.

El problema actual en la sociedad dominicana es de educación casera, y eso es algo que ni siquiera el 100% del PIB va a resolver. El problema empieza de una manera muy sencilla: ambos padres trabajaban y por tanto no dedican el tiempo necesario a sus hijos. Mientras mamá y papá están en sus respectivos trabajos el muchacho queda al cuidado de un nursery, de la abuela o del servicio de la casa. Es así como el niño queda expuesto desde temprana edad a gente que no sabe hablar correctamente, a música que quizás no sea la más adecuada y a los malos modales de gente que no tiene el mínimo interés en esos muchachos.

Una vez los padres regresan a su casa suelen estar tan cansados que no sacan siquiera media hora para dedicarla al muchacho. Pasa el tiempo, inscriben al muchacho en una escuela o colegio, y de ahí en adelante como quien dice queda de su cuenta. En ningún colegio, por caro que sea, dan clases de educación cívica, eso es algo que pasó a la historia, y en escuelas públicas ni se diga. Podrá argumentarse que ningún maestro de escuela está para enseñar modales básicos a los estudiantes, pero como va la cosa se hace necesario y urgente volver a introducir esa materia.

Eso de decir buenos días, dar las gracias, respetar a las demás personas en un entorno público y mostrar un comportamiento adecuado son cosas que ya respresentan la excepción y no la norma. Ejemplos los vemos a diario, en cualquier sitio: adolescentes que andan de su cuenta en plazas comerciales, niños cuyos padres los dejan corretear libremente en tiendas y restaurantes, jóvenes malcriados que se creen con derechos superiores, y así por el estilo. Cuando aparece alguien que trata de poner el orden, las protestas no se hacen esperar.

Por esta falta de educación casera es que vemos que en Twitter los temas tendencia relativos a la RD dan vergüenza, con temas tan plebes que ni siquiera vale la pena mencionar aquí. Se puede determinar el nivel bajo de educación casera y cívica cuando vemos los nombres con que se identifican algunas personas en Facebook, Twitter y demás redes sociales. Lo mismo podemos determinar cuando vemos que el dembow es lo que se mueve en términos musicales. Todo eso no es más que un reflejo de una realidad que no se va a resolver con 4% del PIB.  

¿Y por qué no se resuelve con 4% del PIB? Porque de nada sirve invertir en educación si no se mejoran las bases, y esas bases guardan estrecha relación con la formación casera y con la calidad de los maestros, a nivel de conocimientos y formación. Si un maestro no tiene modales, si el sueldo no le da para estar presentable y si no tiene siquiera los conocimientos básicos del uso correcto del idioma, ¿cómo podemos pretender que mejore la cosa?