Ha causado cierta alarma al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) el hecho de que 16 niños, incluyendo uno de apenas 5 años, hayan sido tratados por intoxicación alcohólica durante las festividades por el año nuevo. Algo similar pasó en la Semana Santa del año pasado, cuando se deploró la irresponsabilidad de los padres que permitieron que tal cosa ocurriera.
En esta ocasión, sin embargo, el COE ha ido más lejos, y en vez de hacer un simple llamado a la responsabilidad ha llevado el caso ante el Ministerio Público con la intención de que se apliquen medidas de coerción a los padres de estos niños. Después de todo, por algo está prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años en lugares públicos y se aconseja evitar el consumo excesivo de las mismas.
Consumir alcohol en cantidades moderadas tiene un efecto inmediato sobre la capacidad de respuesta del cerebro, sobre todo lo que tiene que ver con percepción y coordinación. A medida que se consume más alcohol, más pronunciados son estos efectos, llegándose a veces a peder el conocimiento. Si estos son los efectos en un adulto, tan solo queda imaginar la reacción en un niño de apenas 5 años, que se supone tiene menos resistencia al alcohol por factores de peso y estatura.
En países como Italia y Francia es común educar a los jóvenes en el hogar acerca del alcohol, sus efectos cuando se consume en cantidades exageradas y la forma adecuada de beberlo. Como parte de esta cultura, es igualmente común darles una probadita de vino en las comidas, siempre bajo la supervisión de los padres. Con esto se buscan dos propósitos: 1) evitar que el alcohol sea visto como tema tabú, y 2) enseñar a "beber" antes de que el joven se exponga a la vida social nocturna que inevitablemente llegará.
Aquí en RD, donde el alcohol tiene gran presencia, muchos padres de familia dan el mal ejemplo de llegar borrachos a la casa, y como los niños aprenden de lo que ven, no es sorprendente que tarde o temprano se desarrolle el hábito. La subcultura del romo es tan fuerte en este país que se sabe de casos donde nunca hay dinero para comprar leche o pañales, pero para ron siempre aparece.
El caso de los 16 niños borrachos de fin de año no es más que un reflejo de la sociedad dominicana, donde se están viendo cosas que hace unos años parecían estar reservadas a otros países.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.