Con todo este lío del caso Figueroa Agosto, que cada día se complica un poco más, resulta evidente que el narcotráfico a echado raíces profundas en el país, y por eso es que desde hace un tiempo diversas personalidades abogan por una modificación de la Ley de Partidos, de manera tal que el narco no tenga cabida en esas actividades.
La última persona en referirse al tema ha sido el presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, quien ayer criticó la actual forma de hacer campaña en el país, pues además de ser sumamente costosas no aportan nada al país.
Tal como dijera Castaños Guzmán, resulta contraproducente que una persona tenga que gastarse 10 millones de pesos para tener posibilidades reales de ser electo diputado. 10 millones de pesos que se gastan en el montaje de actividades vacuas, en recorridos sin razón de ser, en arengas políticas, vallas y afiches que tan solo ensucian y afean la ciudad. 10 millones de pesos que, a fin de cuentas, pueden usarse en cosas más productivas.
República Dominicana no es el único país del mundo donde la política es una cosa sucia y desagradable, donde los candidatos compiten en base a cual hace más bulla y cual se mueve más rápido y por ende genera más dinero. Este esquema tan solo impide que gente honesta y dispuesta a resolver los problemas de su comunidad llegue a puestos de influencia.
Lo peor de todo es que los partidos políticos dominicanos son financiados en buena medida por el propio Estado, algo que simplemente carece de sentido. ¿Es necesario gastar tanto dinero para hacer campañas efectivas? En vez de llenar la ciudad de afiches y embadurnar paredes y postes con esos horrorosos colores, los candidatos políticos debieran de tomar un enfoque más proactivo, planteando o llevando soluciones reales y duraderas a las comunidades.
Los problemas de una comunidad no se resuelven llevando comida un día ni repartiendo dinero periódicamente con tal de que la gente calle lo mal hecho. Los problemas se resuelven asumiendo la responsabilidad e involucrando a tanta gente como sea posible.
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