La falta de modales es un problema serio que tiene ramificaciones inesperadas y que además demuestra la falta de educación y cultura de que adolece una buena parte del pueblo dominicano. Y no me refiero a educación en el sentido estricto de leer libros y prepararse en áreas específicas del saber, más bien hablo de normas de comportamiento social que deben observarse en cada momento, de ahí el título del artículo.
Es el tipo de educación que antes nos daban en la casa y que hoy, por una serie de factores y circunstancias, escasea. Son cosas básicas como que debemos cuidar el entorno, no tirar basura al piso, no poner la música muy alta, respetar la privacidad de otros y no causar daños innecesarios a la propeidad pública y/o privada.
Pongo un ejemplo que ya había ilustrado en una entrada anterior: la situación en las escuelas públicas. El Gobierno construye o reconstruye una escuela, la entrega pintadita y equipada, y al cabo de unos meses parece que tiene años en pie. En su momento ilustré el tema con la foto de la tarja de una escuela que tenía menos de un año de entregada (click aquí para ver). Hoy hago el comentario ante la justificación de que una parte de la falta de butacas en escuelas se debe a que muchas de ellas son destruidas por los mismos estudiantes.
Nos dice mucho que en la UASD, por ejemplo, haya la necesidad de colocar en cada puerta de baño un letrero exhortando a sus usuarios a no escribir sobre esa superficie. No vaya nadie a creer que esta situación sólo se da en escuelas y universidades públicas, en las privadas es igual o peor, con la diferencia de que quizás los directivos del colegio exijan a los padres de sus alumnos resarcir los daños causados.
Es el tipo de educación que antes nos daban en la casa y que hoy, por una serie de factores y circunstancias, escasea. Son cosas básicas como que debemos cuidar el entorno, no tirar basura al piso, no poner la música muy alta, respetar la privacidad de otros y no causar daños innecesarios a la propeidad pública y/o privada.
Pongo un ejemplo que ya había ilustrado en una entrada anterior: la situación en las escuelas públicas. El Gobierno construye o reconstruye una escuela, la entrega pintadita y equipada, y al cabo de unos meses parece que tiene años en pie. En su momento ilustré el tema con la foto de la tarja de una escuela que tenía menos de un año de entregada (click aquí para ver). Hoy hago el comentario ante la justificación de que una parte de la falta de butacas en escuelas se debe a que muchas de ellas son destruidas por los mismos estudiantes.
Nos dice mucho que en la UASD, por ejemplo, haya la necesidad de colocar en cada puerta de baño un letrero exhortando a sus usuarios a no escribir sobre esa superficie. No vaya nadie a creer que esta situación sólo se da en escuelas y universidades públicas, en las privadas es igual o peor, con la diferencia de que quizás los directivos del colegio exijan a los padres de sus alumnos resarcir los daños causados.
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