Mucho había oido hablar de la biblioteca Pedro Mir, en la UASD, pero no fue hasta la semana pasada que tuve la oportunidad de ir y verla por mi cuenta. Fue una experiencia muy interesante. Con su panel gigante anunciando las actividades del auditorio, sus ascensores, su cine y su ambiente de líneas modernas grisáceas-espaciales, la biblioteca Pedro Mir es un espacio moderno de aspecto internacional que invita a la cultura.
Sin embargo, por un asunto del diseño, quizás, hay una tremeda bulla en todos los niveles de la edificación, excepto en el auditorio, que está a puertas cerradas. A simple vista me parece que el nivel de ruidos se debe a que el techo es demasiado alto y por tanto rebotan y crean un efecto de eco.
En el primer piso, hasta donde pude observar, realmente no hay libros ni salas de lectura, sino espacios abiertos, caseta de información, el auditorio y los ascensores, por lo que aparentemente no hay esa necesidad estricta de hacer silencio. Pero entonces aquí entra la cuestión aquella del sentido común, que a fin de cuentas no es tan común: las bibliotecas no son para hablar, son espacios sagrados para investigación, estudio y lectura.
Como la falta de modales es cada vez mayor, quizás debieran implementar en la UASD el método de PUCMM, donde un personal designado hace rondas periódicas por piso y llama la atención a grupos que violan la tranquilidad del lugar. De lo que se trata es de crear la conciencia de que estar en la biblioteca significa estar en silencio, y esto se puede reforzar con afiches alusivos al tema, o haciendo una guía de comportamiento para ser entregadas a visitantes, ya sean estudiantes de allí o no.
En términos generales, la pintura, los muebles, el piso, todo en la bilioteca aparenta estar en óptimas condiciones, lo que da la idea de que se están ocupando de su mantenimiento. Pero tengo una observación respecto a los baños de damas, específicamente los del primer piso. Ninguna de las puertas tenía su seguro, por lo que la privacidad estaba en juego, no había un solo dispensador de jabón por parte, los espejos ya está oxidados, las llaves están en malas condiciones y algunas no dispensaban agua. Muy mala impresión da el baño, contrasta grandemente con el resto de la bibilioteca.
La biblioteca de la UASD es la más grande y moderna del país, un esfuerzo loable de las presentes autoridades. Pero me pregunto si quienes estudian y trabajan allá comprenden su importancia y alcance.
Exelentes observaciones las tuya, yo soy estudiante de la UASD y en mis tiempos libres simpre boy a leer un libro a la biblioteca para distraerme y por un momento paroa a observar y es verdad parece todo un tipo de plaza comercial o pero aun un mercado...nadie parece tener el concepoto de biblioteca...no hay conciencia... pero ciertamente me gusto la idea de personas responsable que puedan supervisar para mantener el orden y haci poder leer mis libros tranquiela, jajjajaja
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