El Foro Social Alternativo (FSA) y demás organismos que se dedican a promover huelgas están algo más que desfasados, considerando que hace tiempo estos recursos de presión dejaron de ser efectivos.
En vista del poco caso que les han puesto, dirigentes de FSA decidieron ayer hacer actividades de calentamiento pre-huelga, donde reivindicaron las "demandas" que vienen exigiendo desde hace unos meses. Lo de "demandas" va entre comillas por lo absurdo del asunto. Entre otras cosas, FSA y demás grupos pretenden que el gobierno rebaje el precio de los combustibles, pero todos sabemos que no hay manera de controlar esta variable.
El aumento internacional de los precios del petróleo obedece a muchos factores, entre ellos la guerra de Irak, los temores con Irán, expectativas de aumento en la demanda, presiones de países productores y la posibilidad de que en esta temporada ciclónica las reservas de crudo de EE.UU. y las refinerías sufran daños. Como se ve, se trata de un mercado sumamente volátil y nervioso que reacciona desfavorablemente al mínimo temor.
Igualmente absurda es la demanda del Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS), que ahora pretende que el gobierno subsidie el transporte de estudiantes de la UASD. El dirigente de FEFLAS parece ignorar los aportes del gobierno en este aspecto, al igual que parece ignorar que está estudiando en una universidad que poco o nada tiene que envidiar a otras de América Latina, al menos en infraestructura. Que haya un desorden allí por la mentalidad rancia de estos frentes estudiantiles ya es otra cosa.
Viendo las cosas en perspectiva, estos dirigentes estudiantiles son insaciables. No se conforman con estudiar prácticamente de gratis (compare la matrícula de la UASD con cualquier otra universidad), con tener la biblioteca más grande y moderna, con tener comida casi gratis y con que el Estado les donde vehículos (es un hecho que las asociaciones de estudiantes en todo el país cuentan con al menos 1 vehículo donado por el gobierno). En vez de procurar cuidar estas cuantiosas inversiones, quieren más y más.
Como van las cosas, de momento pedirán subsidio para la vestimenta y otros antojos. Así no hay quien progrese. Ya los frentes estudiantiles dejaron de tener sentido, por tanto, urge cambiar esta mentalidad rebusera.
En vista del poco caso que les han puesto, dirigentes de FSA decidieron ayer hacer actividades de calentamiento pre-huelga, donde reivindicaron las "demandas" que vienen exigiendo desde hace unos meses. Lo de "demandas" va entre comillas por lo absurdo del asunto. Entre otras cosas, FSA y demás grupos pretenden que el gobierno rebaje el precio de los combustibles, pero todos sabemos que no hay manera de controlar esta variable.
El aumento internacional de los precios del petróleo obedece a muchos factores, entre ellos la guerra de Irak, los temores con Irán, expectativas de aumento en la demanda, presiones de países productores y la posibilidad de que en esta temporada ciclónica las reservas de crudo de EE.UU. y las refinerías sufran daños. Como se ve, se trata de un mercado sumamente volátil y nervioso que reacciona desfavorablemente al mínimo temor.
Igualmente absurda es la demanda del Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS), que ahora pretende que el gobierno subsidie el transporte de estudiantes de la UASD. El dirigente de FEFLAS parece ignorar los aportes del gobierno en este aspecto, al igual que parece ignorar que está estudiando en una universidad que poco o nada tiene que envidiar a otras de América Latina, al menos en infraestructura. Que haya un desorden allí por la mentalidad rancia de estos frentes estudiantiles ya es otra cosa.
Viendo las cosas en perspectiva, estos dirigentes estudiantiles son insaciables. No se conforman con estudiar prácticamente de gratis (compare la matrícula de la UASD con cualquier otra universidad), con tener la biblioteca más grande y moderna, con tener comida casi gratis y con que el Estado les donde vehículos (es un hecho que las asociaciones de estudiantes en todo el país cuentan con al menos 1 vehículo donado por el gobierno). En vez de procurar cuidar estas cuantiosas inversiones, quieren más y más.
Como van las cosas, de momento pedirán subsidio para la vestimenta y otros antojos. Así no hay quien progrese. Ya los frentes estudiantiles dejaron de tener sentido, por tanto, urge cambiar esta mentalidad rebusera.
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