En República Dominicana queremos vivir del turismo, y lo cierto es que tenemos suficientes atracciones para ello, pero... hay un gran problema.
No valoramos, no cuidamos y no le damos mantenimiento de nuestras cosas. La Zona Colonial, la tacita de oro de Santo Domingo, siempre está a la espera de un esplendor que no llega.
Es una pena que un sitio con tanta historia, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, esté sucio y abandonado en muchas partes.
Cierto es que hay un buen conjunto de edificaciones en buen estado, que está repleta de hoteles y restaurantes y que tras la pandemia (bueno, estamos aún en pandemia, pero se entiende) ha vuelto el dinamismo que le caracterizaba, pero lo que son monumentos y aceras están faltos de mantenimiento.
Quizás lo peor que tiene la Zona Colonial sea el mal olor a pipí, cloaca y aguas negras que emana en muchos de sus puntos. Lo ideal es recorrearla a pie, pero esos olores no ayudan, denotando de paso falta de limpieza o, quizás, de autoridad. Por otro lado, ¿no que iban a soterrar los cables?
Gascue, otra parte histórica de la ciudad, es otra zona que está muy descuidada, pese a que la sede del Palacio Nacional se encuentra allí.
Debe ser el único país del mundo que no mantiene en buen estado el entorno de la casa de gobierno, y eso es doblemente triste porque se está perdiendo un estilo de arquitectura que prevaleció hasta los 50s y 60s.
De nada han valido los esfuerzos por preservar Gascue y el formato de "ciudad jardín". Lo nuevo se impone y para darle paso se tumban las cosas viejas. En ciudades como Washington, esto se preservaría. Aquí, en un país mayormente carente de identidad y antojadizo, se tumba. De momento harán lo mismo con el Palacio Nacional y con Ciudad Nueva-. No lo hacen en la Zona porque posiblemente esté prohibido.
Así como ocurre en Santo Domingo ocurre en el resto del país. Un patrimonio increiblemente rico se pierde por falta de interés y hasta por ignorancia. Una lástima.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.