Matías Ramón Mella, el responsable del trabucazo que anunció la independencia dominicana el 27 de febrero de 1844, debe ser homenajeado por todo lo alto en las actuales circunstancias con motivo del 199 aniversario de su natalicio.
Urge retomar la historia del país, aprender acerca de los acontecimientos que definieron lo que hoy se conoce como República Dominicana y retomar valores como el amor incondicional y la lealtad, presentes en el juramento trinitario y en los himnos que homenajean a Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
Hoy es un buen día para revisitar el Himno a Mella, cuyas letras fueron autoría de Ramón Emilio Jiménez, con música de Julio Alberto Hernández.
No fue nunca la divisa del
instinto de matar,
ni fue el rígido instrumento
de la fuerza militar
provocando las groseras
ambiciones del poder:
Fue tu espada la divisa
del honor y del deber.
Fiel discípulo de Duarte,
comprendiste el ideal,
y sirviendo los destinos
de la causa nacional,
Disparaste tu trabuco,
que rugió como León,
despertando las conciencias
y clamando redención.
La Bandera fue tu culto,
la Bandera fue tu altar,
y dijiste: Cuando vaya para
siempre a descansar,
que ella envuelva mi cadáver.
Y moriste con honor
en los brazos
siempre abiertos de la enseña tricolor.
Y después, cuando quisieron
de la fosa recoger
tus cenizas venerandas,
un milagro pudo ser:
Encontraron la bandera,
la Bandera tricolor,
reviviendo en sus matices
la grandeza de tu amor.
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