Los atentados terroristas nunca traen nada bueno consigo y en todos los casos constituyen un ejercicio de crueldad extrema. Sin embargo, por un asunto de que la capacidad de pensar escasea entre gente que se deja arropar por ego y odio, vivimos de susto en susto, de shock en shock, viendo ataques sorpresa como el de ayer en Boston.
Foto: Daily Mail |
Aprovechando justamente que había una buena cantidad de gente congregada en la calle donde estaba la recta final del maratón, desconocidos decidieron provocar una masacre y sembrar pánico al plantar unas bombas artesanales que causaron 3 muertos y cientos de heridos, con al menos 10 amputados. De los heridos, algunos aún están en condición crítica.
Honestamente, ¿qué se gana plantando bombas entre gente que lo que está es apoyando una causa, apoyándose mutuamente, aprovechando para ejercitarse y promover un estilo de vida saludable? Se desconocen aún las causas de esa atrocidad, pero una cosa es segura: el niño de 8 años, la niña de 5 y la joven veinteañera que murieron ayer como consecuencia del atentado son víctimas inocentes de algo que probablemente estuvo motivado por odio y otras razones absurdas.
En base a la evidencia recolectada se cree que hubo participación de grupos de Medio Oriente, donde el extremismo es rampante. Claro está, Estados Unidos no es para nada inocente en estas situaciones, pues si siempre están a la espera de horrores de esta clase es porque viven metiéndose en todo lo que no es de su incumbencia. Lo lamentable es que paguen personas inocentes las atrocidades de uno y otro.
Volvemos a lo mismo: no es cierto que nuestra capacidad de raciocinio nos separe del resto de los animales. He aquí un ejemplo más.
No acabo de entender la mentalidad de estas personas. Gente joven con una mente llena de odio y rencor. Ya uno esta muerto y el otro esta agonizando. Esperamos que sobreviva y podamos conocer sus motivos.
ResponderEliminarEsa fotografia no la habia visto; está fuerte, pero es la cruda realidad de la tragedia.