Antes de entrar en materia, una aclaración: pensar es necesario para no fracasar en la vida, pero solo al nivel práctico según las circunstancias: pensar al conducir, al hacer un trabajo, al entrar en negocios y al tomar decisiones que al final de la jornada terminarán teniendo un impacto en nuestras vidas.
Imagen: Pinterest (Ajgiel) |
Pensar más allá de lo necesario, cuando nos ponemos a reflexionar sobre la vida, experiencias pasadas y el por qué de las cosas es un barril sin fondo, un hoyo negro capaz de consumir a la humanidad completa si así se quisiera.
Cuestionar la existencia más allá de la realidad irrefutable de que existimos, aún sin saber si esto es una simulación o una realidad real, es una pérdida de tiempo que tiene el potencial de desviar la mente de cosas más productivas y necesarias.
Pensar en escenarios alternativos es otra pérdida de tiempo, pues por algo son "alternativos", los famosos "y si...". ¿Y si yo tuviera más dinero, mejor aspecto, educación de mejor nivel, inteligencia superior o un nivel social más alto? Malas noticias: todos esos "y qué" son cosas hipotéticas. A veces hay que conformarse con lo que hay, y ya.
La raíz de la inconformidad a nivel personal es pensar en todo eso. Pensar que un mejor aspecto o una mejor situación socioeconómica quizás hubiesen llevado a destino distinto -mejor que el actual, presumiblemente- no es más que un deseo, y uno que viene influenciado por terceros y la sociedad.
Lo malo de pensar es que por mucho hacerlo nada cambiará. Al contrario, empeorará. De manera que lo mejor es llevarse de este consejo de no pensar más allá de lo necesario. Ahora, si el pensamiento es para resolver cuestiones prácticas, adelante: es necesario y bienvenido.
Muy complejo. No quiero pensar.
ResponderEliminarEs un tipo de teoria pesisimista.
ResponderEliminar¿Por qué?
Eliminar