A resumidas cuentas, la respuesta a la pregunta que sirve de título es NO. Portarse bien para complacer los caprichos de padres, tutores y demás es un buen disparate porque no hay forma de que todo el mundo quede conforme.
El que se lleva de la sociedad y del "qué dirán" FRACASA. La triste realidad es que TODO EL MUNDO HABLA. Hagas lo que hagas, y por mucho que trates de "cuidar la reputación", alguien por ahí dirá algo. Ejemplos abundan, pero quizás el más representativo sea el de mujeres que pasan de cierta edad y que por su poca actividad social son etiquetadas como "jamonas" y "aburridas". En contraste, si tuvieran una vida social activa y visible, no tardan en calificarlas de "cueros". Suena feo, pero es la realidad.
Portarse bien, ser considerado con otros, dar buen trato, preocuparse por el bienestar del prójimo, ser responsable en el día a día. Todo eso, aunque en teoría es bueno, resulta en un desgaste emocional del diablo que se agrava cuando el resto del mundo reacciona con indiferencia ante esas muestras de afecto/solidaridad/responsabilidad/compromiso.
Muy feo se siente ser ignorado todo el día por quienes supuestamente nos rodean, sean estos familiares, amistades, compañeros o la pareja. Igualmente feo se siente recibir respuestas descompuestas cuando el trato es decente y adecuado. En contextos laborales es feo respetar las reglas para que venga otro a pasartles por encima, sin miramiento, sin averiguar consecuencias, sin tomar en cuenta las necesidades del otro. En contexto de familia y amistades pasa lo mismo, solo que a otro nivel.
Todo el mundo es egoísta por naturaleza y no se detiene a pensar en el otro. Hay excepciones a esta regla, y esas excepciones sufren como pocos imaginan. La gente en su estado más esencial tiende a ser abusadora y usurera. El que tiene poder, aunque sea una cosita ínfima, abusará del mismo, y de nada sirve irritarse porque esos llevan las de ganar en ese momento. Que más tarde la cosa se voltee son otros quinientos.
Portarse bien es una pérdida de tiempo, un engaño que en muchas ocasiones impide disfrutar plenamente la vida, explorar oportunidades y avanzar. Es una traba que se escuda en reglas rancias e hipócritas de la sociedad y que en la práctica dejan poco beneficio, por no decir ninguno. Después de todo, esas grandes fortunas que andan por ahí no se crearon siguiendo las reglas o el juego limpio. Todo el mundo lo sabe, aún cuando paradójicamente les quieren endilgar a esas personas y sus descendientes trato distinguido.
Así de hipócritas somos, y por esa hipocresía e incongruencia es que pasan cosas cada vez más insólitas. En este contexto, portarse bien es una PESIMA idea.
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